Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 982

Verian estaba sorprendida cuando Cherie le dijo que no quería tener hijos.

Verian pensó que ella solo se estaba comportando como una niña y asumió que tenía miedo del dolor o que aún no estaba lista para ser madre.

Por lo tanto, ella dijo: “Porotita Dulce, la verdad es que el parto no es tan doloroso como te imaginas. Pasará muy rápido. Sin mencionar que cuando te di a luz, no hubo problemas. Duele durante el parto, pero el dolor pasará muy rápido”.

Cherie negó con la cabeza y dijo: “No le tengo miedo al dolor. Monty, Boyle y yo ya habíamos hablado de eso y no queremos tener hijos”.

“¿Por qué?”.

Verian no esperaba que Boyle estuviera de acuerdo con la negativa de Cherie de tener hijos.

Cherie agarró la toalla y dijo mientras se secaba el cabello de una manera despreocupada: “Me gusta pasar tiempo a solas con Boyle. No quiero tener hijos ni cuidar de uno. No quiero que mis sentimientos hacia Boyle se desvanezcan gradualmente debido al niño y tampoco quiero que nuestro amor se transforme en una relación forzada”.

Verian no negó la verdad de la que hablaba Cherie cuando dijo: “Pero la mayoría de los hombres, especialmente los hombres de la edad de Boyle, bueno, sus hijos ya han crecido. ¿Ustedes de verdad no se arrepentirán de nada por no tener hijos? Porotita Dulce, como tu madre, nunca quise obligarte a tener hijos. Todo lo que espero es que tanto tú como Boyle lo piensen bien. Me preocupa que te arrepientas en el futuro”.

Cherie miró a Verian con una mirada determinada mientras decía: “Monty, quizás a los ojos de otras personas, nuestra decisión de no tener hijos podría ser vista como descuidada y que solo tomé esta decisión en un momento de apuro, pero la verdad es que, ya he pensado en todo esto. De hecho, ya lo había decidido incluso antes de haberlo discutido con Boyle. Era porque de verdad estaba un poco preocupada en ese entonces. Me preocupaba que Boyle quisiera tener un hijo. Sin embargo, Boyle me dijo que no necesitamos un hijo que nos haga compañía porque los dos podemos envejecer juntos”.

“Boyle…”. Verian le dedicó una sonrisa conmovedora mientras decía: “Porotita Dulce, tu juicio es realmente impecable. Recuerdo haberte preguntado una vez si creías que Boyle de verdad era mejor que tu padre. Ahora parece que ya tienes mucha confianza con la respuesta que tienes en tu corazón”.

Cherie dijo: “No sé lo que las otras personas piensan de Boyle y no tengo por qué saberlo. Eso es porque Boyle es la única persona en este mundo que me conoce bien. Boyle es el mejor en mi corazón y nadie más puede reemplazarlo”.

Verian le dedicó una sonrisa comprensiva al notar lo confiada que sonaba Cherie en su tono. Ella dijo: “Ahora sé que Boyle de verdad es mejor de lo que había imaginado. No tengo que observar qué tipo de persona es y solo por el tono de tu voz, sé con certeza que Boyle realmente te trata increíblemente bien”.

“Monty, tal vez soy un poco egoísta. No me importa cómo sean las otras parejas casadas en este mundo. Tal vez les gusten los niños o necesiten un heredero para continuar su linaje, pero todo eso solo tensará la relación. Sin embargo, no quiero vivir de esta manera. Todo lo que quiero es que yo sea la única persona en la vida de Boyle. Quiero todo el cariño puro de Boyle. No soy lo suficientemente generosa como para aceptar que Boyle divida su amor entre el niño y yo. No seré feliz así y pensaré que él de verdad no me ama”.

“Tampoco quiero que mi relación con Boyle se adapte a vivir una vida normal y mundana debido al hijo. Si las otras personas prefieren tener un hijo en su matrimonio, bueno, que así sea. Pero yo no lo quiero”.

“Esas personas pueden llamarme inmadura, rebelde, irresponsable o egoísta, pero realmente no importa, ya que no los conozco y no me importa lo que piensen de mí. Todo lo que quiero es vivir una buena vida con Boyle”.