Diario de una Esposa Traicionada romance Capítulo 210

"¿Y eso? Por mí no hay problema."

Asentí con entusiasmo, pero miré hacia ella con sospecha preguntándole: "¿No será que… Thiago no te deja en paz?"

"¡Sí! Ay…"

Bebió agua y eructó, con la mirada un poco perdida, pero su mente aún clara respondió: "Dijo que no quiere separarse de mí, que incluso renunciaría a un matrimonio arreglado por mí."

Me sorprendió un poco y le pregunté: "¿De verdad?"

"¡Qué tonta eres!"

Leticia, con sus uñas perfectamente hechas, me rascó un poco la cabeza con el dedo, totalmente sobria diciéndome: "¿De verdad o no, a quién le importa? ¿Tú crees que su familia le daría el visto bueno? La familia Fernández quizás no luzca tan deslumbrante como los Montes, pero de todos modos, no es un sitio para alguien como yo. ¿Me entiendes? El amor, por más apasionado que sea, ¿puede realmente vencer la oposición férrea de su familia? Y si me caso con él, ¿cuánto duraría mi felicidad? Solo una tonta caería en ese juego."

Después de escucharla, le pellizqué la mejilla preguntándole: "¿Has bebido tanto y aun así estás tan lúcida?"

Ella me sonrió y con una sonrisa un tanto amarga dijo: "Es precisamente porque estoy lúcida por lo que bebí tanto."

Demasiado lúcida.

Ni siquiera se dio a sí misma la oportunidad de sumergirse en el olvido y de encontrar un poco de felicidad temporal.

Leticia, apoyando su cabeza en mis piernas, murmuró: "La Cenicienta pudo estar con el príncipe porque ella ya era de una cuna noble…"

"Yo, a lo mucho, soy una niña vendiendo fósforos."

La miré con lástima diciendo: "Entonces, yo usaré todos mis ahorros para comprarte todos tus fósforos, para hacerte rica."

Después de todo, Isaac me había dado tantas cosas, suficientes como para mantenerla.

...

Al día siguiente, me desperté muy cómoda, y después de arreglarme, me dirigí a la cocina a preparar el desayuno. Un simple desayuno de leche con sándwich.

Leticia se sentó en la mesa, con una expresión decaída, y con una voz temblorosa, me dijo: "¿Por qué siento que estás de muy buen humor hoy?"

"Eso es cierto."

Coloqué el desayuno frente a ella diciendo: "He quedado con Isaac para obtener el certificado de divorcio hoy."

"¿Hoy dices?"