Diario de una Esposa Traicionada romance Capítulo 267

Era muy cortés, al vernos a las tres ya presentes, hizo una pequeña reverencia: "Lo siento, hace mucho que no regreso, subestimé la hora pico de Puerto Nuevo."

"No hay problema, ¡que haya podido venir es ya suficiente!"

Rebeca se levantó, y comenzó a presentarnos: "Este es el director ejecutivo de Ventana del Mundo, Omar Angulo, pueden llamarlo señor Angulo."

Pensé que, dada su alta posición, tendría cierta actitud distante, pero resultó ser todo lo contrario, muy accesible. Incluso tomó la iniciativa de llenar nuestras copas.

Tanto Leticia como yo nos quedamos algo desconcertadas, hasta que lo vimos poner la jarra de vino, para volver al tema principal: "La inversión no es un problema, pero, nuestra participación en Ventana del Mundo definitivamente no puede ser menor, ¿están preparadas mentalmente para eso?"

"Sí." Asentí con la cabeza.

Ya había investigado algunos casos de inversión anteriormente, y sabía que a los fundadores no les quedaba mucha participación. Pero, dado que no teníamos fondos, no había otra opción.

Leticia, hábil para negociar, sonrió y dijo: "Señor Angulo, todos somos de Puerto Nuevo, tendría que dejarnos algo para sobrevivir."

"Señorita Navarra, me hace reír."

Omar era muy conversador, al hablar de trabajo mostraba una seriedad que no correspondía con su edad.

"Financiaremos todo, solo queremos el cincuenta y uno por ciento. Lo único es que, sin importar hasta dónde lleguen Nancy&Dorcy, si quieren agregar otros inversores en el futuro, necesitarán el consentimiento de Ventana del Mundo."

Cincuenta y uno. Menos de lo que imaginaba. Pero ese número era delicado, ya que era suficiente para hacernos renunciar al poder de hablar y tomar decisiones.

Leticia también pensó en eso y luego dijo: "Entonces, sobre la gestión y decisiones cotidianas de la empresa..."

"Sí."

Asentí con la cabeza, algo aturdida, y de repente le dije: "¡Espera un momento!"

Luego, me giré para entrar en mi casa, saqué el traje de gala que había llevado a la tintorería y se lo entregué diciéndole: "El traje, te lo devuelvo."

"¿Qué significa esto?" Se apoyó en el marco de la puerta, observándome de manera relajada, como si estuviera mirando a una borracha.

Le sonreí embolicándole: "Es el traje que me pediste usar para la cena, lo lavé y ahora te lo devuelvo. Quería habértelo devuelto antes, pero no te había visto, y hace unos días tuve que atender un asunto de último momento y no pude regresar."

Camilo dijo algo enigmáticamente: "¿Fuiste a cuidar a Isaac?"