Diario de una Esposa Traicionada romance Capítulo 308

Mientras tanto, justo cuando estaba intentando mirar hacia el interior, un camarero bloqueó mi vista, ya que en aquel lugar se le daba mucha importancia a la privacidad de los clientes.

El camarero dijo: "Hola, ¿usted es amiga del señor Parras?"

Ese apellido me resultaba desconocido.

Así que solo pude sacudir la cabeza y decir: "Perdón, creo que me equivoqué de sala."

Cuando me giré para irme, sentí como si alguien me estuviera mirando fijamente, lo que me hacía sentir incómoda. Al volver la cabeza, solo vi la puerta de la sala ya cerrada perfectamente.

Al regresar a nuestra sala, Leticia ya había ordenado la comida y me dijo: "Mira a ver si hay algo que te gustaría comer."

"No soy exigente, lo que ustedes pidan está bien."

Pensando en lo que acababa de pasar, me sentía un poco preocupada. No era alguien que conociera, pero lo que decían parecía haberme sucedido a mí. Casi podía identificarme. Pero en el entorno de Isaac, nunca había oído hablar de un amigo cercano con el apellido Parras.

Leticia notó algo raro y se acercó a susurrarme: "¿En qué estás pensando?"

"Nada." Sonreí suavemente.

Aquel no era el momento adecuado para hablar de eso. Afortunadamente, el ambiente en la sala era animado y armonioso, lo que pronto me ayudó a deshacerme de mis pensamientos complicados.

El diseñador Borjas Ulloa se levantó, brindó hacia Leticia y hacia mí, diciendo tímidamente: "Señorita Coral, señorita Navarra, estoy muy contento de unirme a Nancy&Dorcy... gracias, gracias por darme esta oportunidad."

De todos los nuevos empleados, él era el único un poco mayor. Habían pasado casi diez años desde su graduación sin lograr mucho, no porque careciera de habilidad, sino porque prefería seguir su propio gusto estético en lugar de complacer al mercado. La empresa, naturalmente, no quería apostar por un diseñador novato sin éxitos. Por lo tanto, sus diseños nunca habían llegado al mercado, y le resultaba cada vez más difícil encontrar trabajo. Pero el día que vi su portafolio adjunto a su currículum, me impresionó; era un riesgo, pero aun así quise darle una oportunidad.

Levanté mi copa y le dije "No seas modesto, todos aquí han entrado por sus propios méritos. Nancy&Dorcy también se siente honrada de ser elegida por ustedes."