Asentí, sonriendo: "Sí, ¿y tú? Ya se acerca Navidad, ¿cuándo piensas volver?"
Aunque no llegara a un acuerdo con Camilo, de todas formas tenía que ir.
Los vestidos de Fabiola y Lucía tenían que ser entregados. Era un encargo personalizado; no solo pagaban por el producto, sino también por el servicio. Además, Nancy & Dorcy aún esperaban que esas dos matriarcas ayudaran a promocionar su marca. Esa vez, tenía que ir personalmente.
"¡Volveré con ustedes! ¡Esperen un momento!" Jazmín dejó la puerta abierta y corrió de vuelta a casa, rebuscó en su mochila y luego salió.
"Jazmín, ¿estás practicando parkour en casa a estas horas? ¡Si haces más ruido, mejor muévete a vivir a otro lado, no es que no tengas otro lugar para vivir!" Desde la dirección del salón, Camilo lanzó un rugido lleno de irritación.
Decía que tenía mal humor por la mañana, pero el suyo era definitivamente más aterrador.
Jazmín siseó y dijo: "¿Por qué eres tan brusco? Cloé ya está esperando en la puerta, ¡levántate!"
"Tres minutos más." Después de decir eso, volvió a reinar el silencio.
Miré mi reloj, muy bien, solo quedaban cinco minutos para la hora que él había acordado conmigo. Para mi sorpresa, a las siete en punto, salió de su casa, desaliñado. Parecía que había dormido tres minutos, y se tomó dos minutos para cepillarse los dientes y lavarse la cara. Qué hijo de papá tan despreocupado por su propia imagen. Su flequillo desordenado caía sobre su frente, esponjoso como un nido, con los ojos medio cerrados por el sueño, dando una impresión de "manténganse alejados". Pero, tenía un buen aspecto, incluso en su desorden, ese aire de desenfreno lo hacía aún más atractivo.
Al notarme, levantó la vista y me preguntó: "¿Le has hecho brujería?"
Yo estaba confundida y le dije: "¿Eh?"
"Antes no quería volver por nada del mundo, incluso pasaba la Navidad sola."
La voz de Camilo sonaba perezosa y ronca por haberse despertado recién: "Pero justo después de saber que tú irías, inesperadamente cambió de opinión."
"Tal vez simplemente quería volver a casa por Navidad."
"Imposible."
"¿Por qué?" No pude evitar preguntar.
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