Diario de una Esposa Traicionada romance Capítulo 560

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Una vez que llegamos, ya era casi anochecer. Vine con Leticia, quien me ofreció un aventón a la empresa.

Estaba por tomar un taxi de regreso al hospital. Leticia se ofreció a llevarme, pero la miré de reojo y le dije en tono de broma: "Durante la reunión te vi enviándole mensajes a Ander Elizondo, mejor no permitas que yo interrumpa... lo que sea que esté pasando entre ustedes".

Leticia sonrió radiante, "Oh, ¿así que ahora espías mi pantalla?"

"Fue pura casualidad", respondí, un poco avergonzada.

Ella estaba sentada justo a mi izquierda en la mesa de reuniones, inclinándose sobre ella para responder los mensajes. Era imposible no verlo.

Justo entonces, mi teléfono comenzó a sonar. Era Camilo.

"¿Ya terminaste la reunión?" Su voz sonaba perezosa y casual a través del teléfono, lo que me hizo sonreír, "Sí, justo ahora. Estoy por volver al hospital para ver a mi abuela y luego a casa".

Después de varios tratamientos, la condición de mi abuela parece normal, por ahora. Si sigo pasando todo el día en el hospital, empezará a sospechar si tiene alguna enfermedad incurable. Ya me ha preguntado varias veces si ese es el caso.

Camilo dijo, "Entonces, bájate. Te estoy esperando en el estacionamiento".

"¿Viniste?" Su voz se llenó de alegría, "Pasar por la señorita Coral después del trabajo es mi deber".

"Ya voy para allá". Mi ánimo mejoró al instante. Miré a Leticia, quien rápidamente me hizo señas para que me apurara, "Vamos, vamos, baja ya. Mira esa cara de enamorada, seguro es Camilo quien ha venido por ti".

"Siempre tan románticos, me dan envidia".

"Tú…"

Me toqué la nariz, "Sigue así, y conquista a Ander pronto".

Dicho esto, recogí mi bolso de mi oficina y me fui.

Al salir del edificio y llegar al estacionamiento, aún podía sentir el calor residual del final del verano y principio de otoño.