Diario de una Esposa Traicionada romance Capítulo 639

Después de que David se fue, eché un vistazo alrededor de la cabaña.

No encontré nada. Al abrir la puerta para salir, sorprendentemente había gente esperando afuera.

Contuve mi irritación y pregunté, "¿Son del grupo de Brian o de David?"

Nadie me respondió. Pero apenas intentaba dar un paso hacia adelante, inmediatamente me bloqueaban el paso.

...

Por otro lado. Camilo tenía una expresión sombría, sin ningún interés ni siquiera en mover sus palillos.

Ignoraba cómo Brian llenaba su plato con más comida.

Su paciencia ya era poca, especialmente preocupado por Cloé Coral, ahora era casi inexistente.

A pesar de eso, tenía que dilatar un poco el tiempo para bajar la guardia de Brian.

"No tengo apetito."

Camilo se levantó y caminó hacia afuera, mirando hacia la costa, luego caminó hacia el bosque.

Brian no intentó detenerlo, pero sí lo siguió.

Sin embargo, fue detenido en la entrada.

Camilo sintió instintivamente que Cloé estaba aquí.

"No pienses que por haber llegado a esta isla, puedes manipularme. No me uniré a la familia Nelson si no veo a mi esposa."

Brian sabía sobre David, especialmente en lo que respecta a esa mujer, estaba muy precavido.

Durante los años de colaboración, David casi siempre tenía a su propia gente, y aparte de Kevin Meléndez, David rara vez usaba a otros.

Pero entre ellos, no había realmente conflictos de interés, solo cooperación, sin muchas complicaciones.

"Hay bestias salvajes en este bosque, así que tenemos gente vigilando para evitar que los recién llegados se adentren sin saber."

Camilo guardó silencio por un momento, luego se alejó.

Al pasar por un arbusto, vio algo brillante.

Sin hacer ruido, retiró su mirada y caminó hacia la costa.

Brian lo siguió, diciendo: "Espera, no te apresures. Primero ve a descansar a tu habitación. Luego, traeré a alguien para que puedas verla."

"Te aseguro que estará sana y salva."

Camilo no respondió y continuó caminando hacia la costa.

Cuando subía al barco, Brian hizo una señal para que lo rodearan.

Camilo se paró en el borde del barco, la mano en el bolsillo.

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