Diario de una Esposa Traicionada romance Capítulo 643

Mi cabeza zumbó, y justo frente a mí, David Guzmán se desplomó.

Escupió sangre, pero aun así, me sonrió.

Camilo, quien fue tropezado por Kevin Meléndez, llegó un paso atrás que David.

Al ver que David me protegía del disparo, también se quedó paralizado por un instante, se acercó rápidamente y cubrió mis ojos con su mano, "Cloé, no mires..."

Instintivamente sacudí la cabeza y corrí hacia allí, “David…”

Todos los buenos momentos que David me había brindado, surgieron de golpe.

Lloré a mares, puse mi mano sobre la herida de bala que no paraba de sangrar, sin poder articular una sola palabra completa.

Fabio Chávez ayudó al capitán Michael a capturar a Duncan, y llegaron rápidamente para controlar a Kevin y Martina.

El capitán Michael, con la ayuda de Camilo, también se ocupó de Kevin y Martina.

Fabio agradeció y los despidió. Leticia Navarra se acercó a mí y tomó mi mano, “Cloé…”

El rostro de David se fue poniendo pálido, y me sonrió débilmente, “Estoy bien, Cloé... no tengas miedo, realmente estoy bien.”

En el barco, lamenté haber confiado en él, pero verlo herido por mí, era imposible no sentir nada.

“David…”

Me limpié las lágrimas, “¡Cómo puedes estar bien!”

Camilo ya había enviado a Fabio a llamar a una ambulancia, solo esperábamos que llegara el equipo médico.

David sonrió más ampliamente, su mirada hacia mí era profunda y tierna.

“Me equivoqué, Cloé, tenías razón, me equivoqué. Dije que te amaba, pero siempre te he estado lastimando...”

“Protegerte fue mi elección, y la única cosa que hice por ti, sin lastimarte.”

“Cloé…”

Levantó su mano lentamente, limpiando mis lágrimas, “No llores, nunca más llores, ¿me oyes?... incluso si muero, esta vida, te la debo. El verdadero David murió hace muchos años, fuiste tú quien me dio tantos años de vida.”

“No te pasará nada...”

“Escúchame…”

Sangre fresca brotó de su boca, su fuerza se desvanecía cada vez más, miró mi vientre aún plano, “Sé que la pérdida de nuestro primer hijo ya te causó mucha pena, así que... esta vez, no puedes ser tú quien sufra.”

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