Diario de una Esposa Traicionada romance Capítulo 815

815 /1452

Leticia decidió dejar Villa del Mar junto con Enzo, y no era precisamente por una cuestión de confianza hacia él. Más bien, se dio cuenta de que, incluso viviendo en Casa de la Brisa, aún existía la posibilidad de encontrarse con Ander. Camilo no sería capaz de mantener a Ander a raya. Él siempre fue de los que preferían observar desde la distancia, lanzando una piedra aquí y allá, tratando de mantener a Cloé contenta sin tomar realmente partido por nadie. Por eso, Leticia quería poner distancia de por medio.

Por supuesto, había otra razón para ir al pueblo natal de Enzo; quería conocer la verdad sobre aquella noche. Podría haber esperado a que Ander resolviera el misterio, pero ¿quién sabe cuánto tiempo llevaría eso? Sentía que Enzo quería contárselo, aunque tenía sus reservas. Una vez en su tierra, encontraría la manera de sacarle la verdad.

La Marbella era una ciudad hermosa y acogedora. Enzo había vuelto porque su abuela estaba en las últimas, deseando pasar sus últimos días en su hogar. Además, parte de la película que estaba filmando se rodaba justo allí. Mientras Villa del Mar ya casi tocaba la nieve, La Marbella aún conservaba su calor. Salvo por el fresco matutino y vespertino, el mediodía era perfecto para sentarse al sol en el patio, sintiendo su calor sin llegar a sofocarse.

Marianela Vásquez había salido temprano ese día. Cuando Leticia se levantó, encontró la casa vacía, asumiendo que Enzo estaría rodando su película. Parecía que abuela y nieto realmente confiaban en ella. Después de todo, ¿qué podrían robar en ese encantador pero sencillo hogar?

"niña", Marianela entró, "He cosechado unos camotes y hongos. Al mediodía te prepararé una sopa de hongos y unos camotes asados." En este rincón rural, Marianela cocinaba en una estufa de leña, ideal para hervir y asar. Los camotes salían especialmente sabrosos.

Leticia recordaba su propia infancia. Aunque mayormente fue dura, la vecina abuela también cocinaba así, y le daba camotes asados. Sin embargo, Leticia nunca tuvo el don para la cocina, aunque sí era hábil encendiendo el fuego.

"Yo le ayudo."