Diario de una Esposa Traicionada romance Capítulo 93

También supuse que la persona con quien Leticia estaba hablando por teléfono era Thiago. Y Leticia aún no había desahogado su enojo:

"Sí, sí, sí, Andrea está embarazada. Cloé es como un Iron Man, a prueba de todo veneno, ya ha sido herida de mil maneras, y ustedes aún se esfuerzan por clavarle más cuchillos en el corazón. Vaya, pues espero que Isaac no se arrepienta después. Que tenga que depender de extraños para tener una familia completa, si se arrepiente después, será lo que se merece. Vete, no esperes que yo vaya a persuadir a Cloé. Si Cloé se divorcia de él, yo estaré allí, con cada cabello de mi cabeza erizado en apoyo."

...

Respiré hondo, apoyándome en la pared y me senté en el alféizar. Abrí mi WhatsApp para enviarle un mensaje a Nerea y ella respondió casi de inmediato:

"Cloé, ya te enteraste... Sí, fue la tarde del otro día, el padre del presidente Montes vino personalmente y llevó al presidente Montes a la oficina del director. Lo siento, no sabía cómo decírtelo, ¿cómo están tú y el presidente Montes?"

Conteniendo la amargura en mi corazón, me preparé para responderle cuando de repente Leticia abrió la puerta, fingiendo indiferencia y con una sonrisa en la cara: "Cloé, ¿qué estás haciendo? Has estado en casa por dos días, ¿quieres salir a dar una vuelta?"

Inmediatamente apagué la pantalla de mi teléfono: "No es necesario, quiero terminar los dibujos para el concurso lo antes posible."

"Está bien. Entonces, continúa, no te molestaré." Asintió ella y se lanzó a la cama, sosteniendo su cabeza con una mano y mirándome.

"Está bien." Contesté, no quería que notara algo extraño, para evitar que se preocupara más.

Me levanté para tomar mi tablero de dibujo, pero de repente sentí un fuerte dolor en mi bajo vientre. Acababa de extender mi mano para cubrirlo cuando sentí algo caliente fluir hacia afuera.

Mi rostro palideció y me precipité al baño, al ver un rastro de rojo vivo en mi ropa interior, casi pierdo el equilibrio.

Leticia notó que algo no iba bien y preguntó desde la puerta del baño: "Cloé, ¿qué pasa?".

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