60 DEMASIADA FELICIDAD LLAMA AL CAOS
CAMIL DE LA FUENTE
¿Feliz? ¡Nahh!
El termino feliz no llegaba a cubrir la mitad de loq ue estaba sintiendo en ese momento. Mil veces te dicen que no condiciones tu felicidad a otra persona… pero jod3r que bien se siente cuando tienes a un fiel escudero que intenta solo hacerte feliz.
Después que bajamos listos para salir, me tome un minuto en ir a mi camioneta por mi bolso en búsqueda sobre todo de mi celular, me llevo cinco segundos tomarlo para regresar junto a Farid a la camioneta donde él ya estaba tras el volante. El día continuaba húmedo y un poco frío, asi que bajo el brazo llevaba un abrigo para Emira. Con mi ánimo era bastante probable que regresáramos tarde en la noche.
Entré en el auto y me acomode el cinturón en el asiento del copiloto. Cuando tomé mi teléfono celular para revisarlo, tenía otras treinta llamadas de Mara. Después de él veneno que destiló aún seguía jodiendo. Últimamente se había vuelto obsesiva con el asunto de llamar hasta el cansancio, como si con eso lograra que le respondiera mucho más a prisa
Un segundo más tarde un sentimiento muy parecido a la culpa me cubrió. ¿Y si le había ocurrido algo y por eso llamaba? A fin de cuentas estaba enferma.
Respiré profundo, si algo odiaba en la vida era tener sentimientos encontrados.
Marqué un número en el celular de tantas veces que lo había digitado en los últimos años.
—Hola señora a Madelein… Soy Camil.
—¿Estas bien hija? ¡Saliste como alma que lleva el diablo!— preguntó sin ánimo de chisme.
—Si… no se preocupe por mi. ¿Me puede hacer un favor?
—¡Lo que sigas Camil!— respondió con la mejor disposición del mundo.
—Se puede fijar en mi apartamento si mi madre, si ella está bien. Es que deje el teléfono tirado en el coche, y hasta ahora que lo encontré y tengo demasiadas llamadas perdidas.
—Ella acabase bajar Camil— respondió la señora—Llamó un taxi para que viniera por ella.
—¿!Un taxi!?—pregunté espantada pensando lo peor—¿Es que se sintió mal o algo por el estilo?
—Si fue que la escuche bien, dijo que iría a un buen restaurante por una comida y un vino medianamente decente—explicó la señora Madelein y sentí deseos de cachetearme a mi misma.
Como era capaz de preocuparme de esa demonio que solo le preocupaba ella misma y nada más. Sería un tontería de mi parte dejarme arruinar el día.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY.