62 DEJÉ DE IMPONER SU PRESENCIA
CAMIL DE LA FUENTE
Farid, espero que yo entrara en el coche, cerró la puerta por mi y rodeó el vehículo para acomodarse tras el volante. Se le veía totalmente turbado, con el semblante abrumado y el ceño fruncido.
Con total destreza puso el vehículo en marcha, y en silencio los dos tratamos de sobrellevar la incómoda situación.
Obviamente a Mara aquel automóvil cerrado era como una incubadora gigante para hacer crecer su asco por la relación que tenía con Farid.
—¡Camil no te había contado!—empezó diciendo y a mi se me pararon de punta todos los vellos del cuerpo esperándo el desastre que saldría de esa boquita ponzoñosa—, ayer acepte la invitación a almorzar de ese amigo tuyo, el carismático que me presentaste en el areopuerto. ¡Tenías razón Dave es un hombre encantador!— argumentó sonriendo y vi como las manos de Farid se cerraron con tanta fuerza sobre el volante que sus nudillos se tornaron bancos rápidamente, pero aún así el árabe no emitió un sonido ni hizo una mueca. Mara no tenía porque saber que su dardo envenenado había dado justo en el blanco, ella no lo conocía tanto como yo.
—¡No como otros!— escupió con asco— Que no importa cuanto dinero tengan… siempre serán unos gatos recogidos.
Mi mano se deslizó por el muslo de Farid y se cerró un poco antes de llegar al inicio del bolsillo.
Él no me miró… sabía que tenía que explicar eso de que le había presentado a Dave a Mara en el areopuerto. Yo misma estuviera ardiendo de Celos si alguien hubiese insinuado algo así de él.
Cada segundo me estaba constando aún más tolerar la presencia impuesta de mi madre, y su terrible injerencia en mi vida.
—¡Como te debía Camy!… —continuó con su hilarante monólogo, y yo pidiendo que la tierra se abriera y me tragara, por haber sido tan torpe de no aclararle a mi ahora prometido como había llegado mi madre desde el areopuerto hasta mi apartamento —. Durante el almuerzo Dave no paró de hablarme de ti, sobre la buena relación que llevan y lo bien que se lo pasan juntos. ¡No me sorprende!, tienen demasiadas cosas en común, la medicina, las raíces en este país. Según me contó es de muy buena familia. Una de las familias más antiguas y prestigiosas de Atlanta. Ambos tenemos cierta certeza de que su madre y yo estuvimos juntas en un…
—¡Mara! ¡Si no tienes nada mejor que decir te pido por favor que dejes que Farid se concentre en la vía!—exigí totalmente contrariada y extrañamente temerosa de que el árabe bruto se pudiera molestar conmigo. Era inocente de cualquier traición, pero Farid era humano, y está en nuestra naturaleza dudar.
Él me miró de reojo, y continuó aparentando el volante con demasiada fuerza. Si antes quería retorcerle el cuello a mi madre, ahora mismo estaba pensando asesinarla con una cierra eléctrica hasta desmembrar el cadaver.
—¿Cuándo conoceré a la bastarda de ustedes dos? — preguntó por fin. Era evidente que no tenía filtro ninguno esa mañana, el vino se lo había borrado del todo. Sus ganas de jod3rnos la vida eran directamente proporcionales a las mías de ignorarla, pero para todo había límites.
—Si de mí depende… ¡NUNCA!— tronó Farid con voz de acero sin dejar de mirar a la vía ni soltar el fuerte agarre sobre el timón ni un segundo. —¡Contaminas hasta el aire que respiras, por eso te quiero lejos de mi hija!
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY.