DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY. romance Capítulo 91

NO ES SUFICIENTE

CAMIL DE LA FUENTE

Hacer el amor con Mi árabe bruto, tendría que estar considerado como la primera maravilla del mundo.

Él no sale de mi de inmediato, después de vaciar su semilla en mi interior, sino que espera que nuestras acompasadas respiraciones se calmen un poco. Se apoya en sus antebrazos, me besa la frente e intenta retroceder.

Lo conozco demasiado, como para darme cuenta que después de la fuerza del org@asmo que acabamos de experimentar, puede ver las cosas con claridad sin ese limbo sexual sue cargaba la atmósfera a nuestro alrededor.

—¿¡Estas arrepentido verdad!?—acusé con la voz rota de una niña pequeña—. ¡Santo cielos!, ¡no estabas seguro de hacer esto!

—No te equivoques Habiba…desde que subí, sabiendo que teníamos que hablar, sabía que esto pasaria. ¡Mi deseo por ti es infinito!

—Al igual que tus ganas de creerme— expresé con todo en sarcasmo que pude conseguir, y también reincorporandome en la cama.

—¿Puedes ponerte en mi lugar?— preguntó poniendose de pie, completamente desnudo e inclinándose para guardar su ropa.

—¿Y que crees que hago? ¿Qué crees que hice cuando decidí contártelo todo?— le eche en cara—. Pude henderme hecho la ofendida, tomar a mi hija, largarme y olvidarte. Todo en ese m@ldito orden.¡ Ah no! ¿Qué hizo la buena de Camil? Se quedó a dialogar, para que ahora que todo paso, me trates como a una cortesana de la que te puedes deshacer.

—No fue fácil para mi verte allí— insistió y rose los ojos.

—Tamooco fue para mi cómodo estar en la posición que me condenaron a estar. ¿Y sabes una cosa? Tú te tenia que haber dado cuenta que algo estaba mal… ¡si, no me mires asi!… ¡Tu tenías que hacerme defendido de todos, y en lugar de eso, te fuiste como un animal herido, dando zarpazos para lastimar a diestra y siniestra. Te atreviste a secuestrar a Emira solo para lastimarme.

—¡Me lleve a Emira por Mara!— dijo con sinceridad, y sabía que esa había sido una de las causas reales de que se hubiera llevado a nuestra hija cruzando el Atlantico.

—La pudiese haber dejado con sus tíos en Los Ángeles. Pero sabías que si te la llevabas, yo enloquecería de dolor e iría tras de ustedes. Me querías tener aquí para vengarte, para atraerme a esta cama, y después decirme que no me creías nada.

—Me sorprende que me creas un ser tan frío, Camil. Pero a riesgo de decepcionarte, no tengo esas cualidades de estrategia, para hacerle un daño irreparable a los demás. Para eso tenemos a Mara. Además ni siquiera sospechaba que había otra explicación que la obvia… y no es que no te crea Camil. Es que es muy difícil para mi, superar lo que vi.

—¡Perfecto!— exprese con dignidad, levantando la barbilla. Me puse de pie lista para largarme al baño.

—¿Perfecto qué? ¡No entiendo!— dijo sintiéndose apenado y algo perdido.

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