¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia romance Capítulo 2113

Se aferró a los cubiertos, devorando la comida sin parar, para evitar el ambiente incómodo que se había creado entre ellos.

Pronto, los platos de la mesa se vaciaron.

Cecilia preguntó: "Bruno, ¿ya estás satisfecho o quieres que pidamos algo más?"

Bruno sacó una servilleta para limpiarse la boca y rechazó la oferta: "No, gracias, ya comí bastante."

Ese tipo de frases solían ser parte de su lenguaje oficial con los clientes.

Cuando un cliente le preguntaba si quería seguir pidiendo más platos, él generalmente declinaba.

No esperaba que Cecilia le hiciera esa pregunta y respondió por inercia con un no.e2

En cuanto terminó de hablar, Bruno se sintió frustrado.

¿Por qué había dicho que no? ¿Acaso no podía haberle mostrado interés y preguntarle si ella había comido suficiente, o sugerirle que eligiera algunos platos que le gustaran?

Con su negativa, prácticamente había cortado cualquier posibilidad de que Cecilia quisiera seguir comiendo.

La cena estuvo llena de arrepentimientos para Bruno, no por haber comido con Cecilia, sino por las palabras sin tacto que había dejado escapar.

Antes de que pudiera intentar arreglar la situación, Cecilia ya se había levantado: "Está bien, vámonos."

Ella tomó su bolso y empezó a caminar hacia la salida, y Bruno solo pudo suspirar en silencio, reprochándose por no haber considerado a la dama.

Después de que Cecilia se fue, Bruno también se levantó para seguirla.

Justo cuando salían del salón privado, por otro lado, Floria y Vicente también estaban saliendo del suyo.

Los cuatro se encontraron cara a cara.

Dejó caer esas palabras y también se apresuró a salir.

Mientras Vicente la seguía confundido, preguntando: "¿Tú entendiste qué les pasa? Explícame, quiero saber en qué me equivoqué."

Floria no le respondió.

Llegaron al vestíbulo y Vicente vio a Cecilia pagando en la recepción, mientras que Bruno ya estaba esperando junto a su carro afuera.

Al ver esa escena, de repente, como si un bombillo se encendiera en su cabeza, ¡comprendió todo!

¡Entre esos dos había algo!

Y por lo visto, ¡era del tipo en que la mujer persigue al hombre!