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DOS HERMANAS, UN ALFA romance Capítulo 107

Capitulo 21

Romeo le pide a Lucius hablar sobre lo que acaba de pasar y recordarle que están entre la espada y la pared.

Al llegar al estudio, Miranda decide entrar con ellos y cerrar la puerta para no ser interrumpidos.

—¡¿porque le dijiste tantas mentiras a Bianca?! Los dos sabemos la verdad.

— Exactamente, los dos — Miranda es retadora, es fría y descarada, no es para nada la loba tradicional, siempre tiene lo que quiere, su carácter y su fuerza interna la hacen una Alfa excepcional, pero ella quiere más, algo que le significa un reto, Lucíus.

— ¿Que es lo quiere Miranda? Se que esto va más allá de sencillamente mortificar la conciencia de Lucius.

Romeo es frontal y directo, no le gustan los rodeos, no le gusta que Miranda juegue con la situación como una serpiente que juega con su presa.

— Sencillo, creo que ya escuchaste lo que quiere Bianca, anular el matrimonio por infidelidad, así que quiero que Lucíus sea mi esposo después de eso.

—¡Nunca me voy a casar contigo!— grita Lucius sacando ese eco de su pecho que le impide ver a alguien más en su corazón que no ses Bianca.

— Como Alfa, reina de manada, me sujeto a las leyes de princesa, pues como saben es la primera vez que hay una Alfa mujer, según eso al dejarme embarazada se decide cuál de las lobas es de mejor linaje, yo a pesar de tener la sangre de Darío ante todos soy una Alfa, la reina de los lobos de Luna roja.

Miranda quería recurrir a lo necesario, sabía que su posición de Alfa de manada le daba mucha ventaja para que Romeo cediera a la posibilidad de una boda.

Lucius protestaba enérgicamente, no estaba dispuesto a casarse con Miranda, el solo amaría a Bianca, pasará lo que pasará.

Romeo no sabe que hacer, les pide que se vayan, quiere ser justo.

Bella y Oscar entran tomados de la mano, los dos están seguros de enfrentar al padre de la loba.

— Se que lo que pasó con Bianca es terrible, pero necesito saber que pasara con nosotros — Bella quiere defender su amor con Óscar, entiende lo que su padre quiere, pero quiere tomar ese riesgo.

— Las decisiones siguen igual, te pido Óscar que te vayas de mi casa, por ahora no es buen momento — Romeo frunce el ceño, tiene tanto estrés que no sabe que hacer para protegerlos.

—¡Por favor Papá!— exclama Bella pero Óscar la toma de la mano.

— Mi amor, por favor cálmate, creo que debemos obedecer a tu padre por ahora, y esperar que Romeo piense las cosas — Óscar se da cuenta que Romeo está estresado y sabe que por su condición puede ser riesgoso.

Bella acepta.

Lucius le pide a Miranda que lo deje solo con su padre, por ahora su presencia solo le causa incomodidad.

— Solo les recuerdo que el embarazo pasa rápidamente, y no quiero que mi manada quiera una guerra con ustedes por mi honor — Miranda sale del estudio sintiendo que todo le ha salido a pedir de boca.

Aurora al verla va tras ella, quiere saber que es lo que quiere aquella caprichosa loba.

— Necesito hablar contigo — dice Aurora que le pide ir al jardín lejos de la mirada de todos —¿Que buscas?¿Hacerle daño a tu hermana?.

— Como ya expliqué solo quiero recuperar mi honor, uno que está muy golpeado por Lucius, lo amo y debo luchar por el.

— Conmigo no tienes que usar máscaras, desde hace mucho se la clase de loba que eres, pude ver en tu alma y reconozco tu mirada — Aurora la mira fijamente a los ojos, es una manera retadora de confirmarle que no podrá engañarla.

— ¿En quien reconoces mi mirada ?¿En tu hermana Florencia?— Miranda también responde irónica, casi es un juego de poderes, Aurora es la loba más fuerte que ha conocido, su elegancia e inteligencia son un elixir que quiere superar.

— Florencia termino muy mal, por considerar que sus caprichos debían cumplirse, ella sentía que todos le debían reverencia, tuvo lo más deseo, El Esposo Alfa más poderoso que la lleno de joyas y lujos, y aún así siempre quiso lo que yo tenía.

Aurora con el tiempo ha superado la culpa que sentía por la muerte de su hermana, por mucho se culpo por ser ese obstáculo entre Romeo y Florencia.

Pero con el tiempo entendió que Florencia nunca amo a Romeo, solo fue un capricho de sus muchos deseos.

— Yo no seré tan estúpida como Florencia, porque yo sé mover mejor mis hilos, puedes estar segura que si existe un Karma en tu vida por lo que pasó con tu hermana, soy yo — Miranda le da un empujón a Aurora y se sube en su carruaje.

Darío se acerca, quiere hablar con ella, está situación es difícil para el, se siente entre la espada y la pared.

Las dos son sus hijas, pero la balanza se inclina hacia Bianca, es imposible no darse cuenta de los errores de Miranda.

— Romeo, estas muy débil, el médico te dio unas recomendaciones, no te quiero perder, porque me muero contigo¿Que pasara con nuestros hijos si eso pasa?— Aurora le da un beso en los labios, pidiendo que cuide de el, por mucho ha protegido a todos es momento de ser cuidado por otros.

Romeo suspira, acepta, no puede jugar más con su corazón y hacerle daño a Aurora con la preocupación de lo que pasa.

Ella lo acuesta en la cama y le da la bebedizos que le dejo el medico con medicina ancestral, que hará a su corazón ponerse fuerte en un par de semanas, semanas en la que debe cuidarse.

Aurora se acuesta a su lado, coloca en su pecho su oído para escuchar su corazón latir, le da paz, una que parece se quiere extinguir para su familia.

Anochece

Bianca abre los ojos, está en una cama, en una habitación pequeña pero elegante, no se puede mover mucho, le duele el cuerpo.

— No lo hagas, el medico me sugiriero que te quedes en completa quietud por tu embarazo — Lorenzo estaba a su lado.

Lorenzo había dado un paseo cerca de donde fue el accidente, al ver a Bianca en el suelo la cargo en sus brazos y la llevo a su manada que estaba mucho más cerca que Luna Azul.

El lobo se quedó a su lado y le suplico a el medico salvarle la vida

— Ella es muy importante para mí, si le pasa algo no se de lo que sería capaz.

Las heridas de Bianca eran de consideración, los múltiples golpes era de cuidado, por eso el medico le sugiero no moverla por un par de semanas.

— Tengo que buscar a mis hijas, yo tengo que ir por ellas — Bianca intento levantarse pero soltó un gran grito de dolor.

— Cálmate, ellas estan en tu casa, si quieres le digo a Lucius que las traiga aquí contigo — Lorenzo tomo la mano de su amada, mientras le daba un beso en ella.

— No, por favor, yo no quiero que Lucíus sepa que estoy aquí, no quiero verlo.

Bianca le suplico a Lorenzo con lágrimas en los ojos, mientras le pedía este inmenso favor.

Lorenzo no sabía que pasaba, pero haría lo necesario para cuidarla, así que acepto.

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