Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado romance Capítulo 847

En la vida matrimonial que siguieron, siempre fue él quien entraba a la cocina, y más aún ahora con el embarazo.

Con ese pensamiento, un cálido orgullo se infló en su pecho, y Marisol le preguntó con timidez, "Entonces... ¿realmente está buena?"

"¡El sabor es excelente!" Afirmó Antonio.

"¡Déjame servirte otro plato!" Marisol se levantó emocionada con el tazón en mano.

Antonio tenía una sonrisa en su rostro, estaba concentrado en saborear la sopa con cada cucharada, como los fuegos artificiales que acababan de estallar en el cielo nocturno, todo lo que hacía tenía un propósito puro.

Extendió su mano y le acarició la mejilla.

Sus ojos oscuros la atraparon firmemente, y con una voz profunda, Antonio le dijo, "Marisol, después de que nazca el bebé, vamos a casarnos de nuevo."

Casarnos de nuevo...

Desde el momento en que la rescató del aeropuerto al enterarse de su embarazo y se aclararon sus malentendidos, habían hablado sobre casarse de nuevo y habían llegado a un acuerdo, pero nunca lo habían mencionado de nuevo.

Antonio estaba sentado en la silla, ahora estaba mucho más bajo que ella.

Acariciando su rostro con la palma de su mano, con una mirada hacia arriba, bajo la luz, un halo dorado brillaba alrededor de sus facciones bien definidas, sus ojos profundos parecían querer absorberla.

Marisol se inclinó hacia él, besándolo suavemente en los labios, "¡Sí!"

Inmediatamente fue devorada por los labios de Antonio.

Con su carácter, no se conformaría con un beso superficial, inmediatamente rodeó su cintura con sus brazos, dándole un beso más profundo hasta que se convirtió en algo más íntimo.

Originalmente Marisol estaba inclinada hacia adelante, pero no sabía en qué momento él se había levantado, ella se desplomó en sus brazos, y luego fue levantada con cuidado para evitar lastimar su vientre y se dirigieron hacia el dormitorio.

Mirando la olla en la mesa que aún humeaba, le dijo sin aliento, "Aún no hemos terminado la sopa..."

Antonio besó su cuello, desabrochando el botón de su blusa, "¡Mañana tendremos tiempo para eso!"

La puerta del dormitorio se cerró, y aunque no encendieron la luz, la luz de la luna se esparcía por la habitación como una capa de escarcha.

Solo tenía que girar la cabeza para ver las sombras de dos personas en la pared. Los ojos de Marisol se enrojecieron, perdidos en sus ojos, y no pudo evitar responderle, queriendo estar más cerca, aún más cerca...

Antonio agarró sus hombros, sus labios cerca de su oído.

"Mi cielo, ¡llámame amor!"

Marisol exhaló con suavidad, en un tono lleno de cariño, "Amorcito..."

...

En el Hospital Privado.

La noche ya había caído, y las estrellas brillaban tenuemente.

Marisol fue directamente en coche después del trabajo, no solo para visitar a la abuela de Antonio, sino también para ver a Iván, quien ya había terminado su cirugía y estaba en la etapa de recuperación postoperatoria.

Después de cenar con su abuela, fue a la sala de cardiología, donde Antonio tenía muchas cirugías programadas para esa noche. Después de intercambiar solo unas pocas palabras, él se apresuró a ir al quirófano, y Marisol fue directamente a la habitación de Iván.

Después de pasar un rato con Iván y Clara, y cuando llegó la hora de descansar, Yamila estaba de guardia esa noche, y juntas salieron de la habitación.

Llegaron a un pequeño jardín detrás del edificio principal del hospital, que estaba tranquilo y silencioso, con pocos pacientes a la vista.

Se sentaron juntas en un banco, ambas recostadas en el respaldo, mirando las estrellas en el cielo nocturno.

Marisol le preguntó, "¿Mañana Iván recibirá el alta?"

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