El Amor Eterno romance Capítulo 1034

Zachary me dijo que LG debía tener sus formas de escapar, ya que había sobrevivido a lo ocurrido en el pasado. Lo único que podíamos hacer en ese momento era esperar las noticias.

Zachary también dijo que yo había ofendido a LG. Por lo tanto, no podía ir a ninguna parte hasta que nos deshiciéramos de LG. Si salía, LG seguramente me acecharía en la oscuridad.

Le pregunté a Zachary con dudas: "Solo le di a Tucker tres días. Si no podemos deshacernos de ella, ¿significa que tendré que quedarme aquí para siempre? ¿Es tan difícil lidiar con LG?".

Zachary sonrió y se levantó. Dijo: "Sígueme a casa".

Le pregunté confundida a Zachary: "¿No acabas de decir que LG...?".

"Conmigo a tu lado, no podrá ponerte un dedo encima. Antes de su muerte, estaré a tu lado todo el tiempo".

Las palabras de Zachary afirmaban confianza y fuerza.

Tomamos el avión privado de vuelta a Ciudad Wu porque me daban miedo los viajes en coche. Cuando llegamos a Ciudad Wu, fuimos a recoger a nuestros hijos a la Villa Shaw.

Después de llevar a nuestros hijos a casa, no había nadie en casa. Me alegró saber que por fin se llevaban bien. Por lo menos, Elaine no dejó a Clifford fuera de su vida por completo. Sin embargo, no estaba segura de que Elaine fuera a seguir adelante con su operación de trasplante de riñón.

Zachary estaba seguro de que Elaine acabaría operándose.

En el momento en que dejé a mis hijos, Gina se puso en contacto conmigo.

Me dijo: "Dixon y yo fijamos nuestra fecha de compromiso".

Hacía mucho tiempo que no sabía nada de Dixon. Eso fue una gran noticia para mí, ya que mi enredo con Dixon había quedado completamente en el pasado. Con ello, no tenía que preocuparme de que siguiera persiguiéndome.

Respondí: "¡Felicidades!".

"Caroline, solía imaginar quién sería mi futuro marido, pero nunca esperé que fuera Dixon... Él me hace feliz y sé que no me arrepentiré de esta decisión el resto de mi vida".

Gina nunca tuvo esperanzas extravagantes en el amor de Dixon, así que eso significaba algo.

Le di mis bendiciones. "Tendrás una vida de felicidad".

"Caroline, gracias por renunciar a él".

Se refería a mí.

Le recordé: "¡Zachary está abajo!".

Su daga rozó la superficie de mi piel. Sentí el dolor inmediatamente y respiré con dificultad.

Al verme dolorida, ella se rio y preguntó: "¿Crees que tengo miedo?".

LG nunca tenía miedo. Estaba desesperada.

Cerré los ojos y pregunté: "¿Qué quieres?".

"He dicho que me llevaré a alguien conmigo".

Me apresuré a decir: "¡Puedo dejarte ir!".