El Amor Eterno romance Capítulo 1054

Zachary siempre se burló de mí porque me gustaba su apariencia.

No negué ese hecho. Naturalmente, estaba feliz con lo guapo y encantador que él era. Después de todo, él era mi hombre amado. Incluso si se desfigurara, aun así, lo admiraría.

Respondí: "Segundo hermano, ¿quién te dotó de una belleza tan natural que es difícil de ocultar?".

Zachary me acostó en la cama. Él hizo todo lo posible por no tocar mi herida. Me acosté en la cama mientras lo miraba.

Zachary me ayudó a masajear mis sienes con ambas manos. Era cómodo, así que respondí con un tarareo. Entonces, lo escuché hablar.

“Nací con esta apariencia, pero no durará para siempre. Algún día, envejeceré".

Cerré los ojos cómodamente y dije: "Yo también envejeceré".

"Mjm", respondió Zachary. "Es normal que nos hagamos viejos con el tiempo en las etapas de la vida. Tenemos poco tiempo para vivir juntos. Quizás solo serían unas pocas docenas de años".

Le respondí: "¿Tienes que soportarme durante las próximas decenas de años y te estás quejando de que es poco tiempo?".

De repente, sentí el cálido aliento de Zachary en mi rostro. Abrí los ojos y vi su hermoso rostro tan cerca de mi rostro. Estaba a menos de un centímetro de la punta de mi nariz cuando de repente él se acercó un poco más y tocó la punta de su nariz con la mía suavemente.

Él dijo con voz suave: “¿Cómo podría ser suficiente? Estamos solo al principio. No tengo ningún otro deseo y solo espero tu buena salud".

Zachary esperaba que yo me mantuviera saludable y estuviera a su lado durante los próximos años. Sin embargo, la salud fue algo que siempre me faltó.

Concordé con sus palabras y dije: "También me gustaría ser una persona sana".

"Lo serás. Estos dos días, quédate en el hospital y descansa bien...".

Le pregunté: "¿A dónde vas?".

Zachary levantó la cabeza y explicó en voz baja: “Bel, tengo algunos asuntos laborales que resolver”.

Zachary siempre había sido un hombre ocupado. Él siempre estaba cargado por el trabajo. Conocía esa parte de él desde hacía mucho tiempo.

Recientemente, él ya había dedicado mucho tiempo a acompañarme. No debería obligarlo a quedarse más tiempo y retenerlo. Solo pregunté: "¿Será peligroso?".

Zachary pareció dudoso. Su respuesta fue evidente por sí misma.

Perdí el ánimo instantáneamente. Sabía que no tenía excusa para evitar que él estuviera en peligro. Después de todo, él había estado lidiando con ese trabajo incluso antes de nuestro matrimonio.