El Amor Eterno romance Capítulo 1075

Zachary se quedó un día más en Ciudad A, lo que significaba que podría pasar otro día conmigo. Solo pensarlo me llenaba el corazón de alegría y emoción. Le besé la mejilla y fui a prepararle el desayuno.

Preparé una taza de café a mano, emparedados rellenos de huevos y tocino y un tazón de gachas.

Zachary comió bastante. Recordé que casi no había probado bocado la última noche cuando los entretuvo y se fue directamente a la cama al llegar a casa.

Tenía que compensarlo ese mismo día. Además, era la rara ocasión en la que intentaba cocinar de forma proactiva.

Después de pensarlo detenidamente, me he vuelto bastante perezosa tras mi divorcio de Dixon. Incluso me había convencido de que no iba a cocinar.

En el pasado, intentaba todo tipo de cosas para complacer a Dixon.

En ese momento, estaba disfrutando descaradamente de los mimos de Zachary.

La diferencia entre alguien que me quería y alguien que no lo hacía era evidente, sobre todo considerando mi propio comportamiento. Sin que yo lo supiera, me había adaptado a esa persona.

Por ejemplo, cuidaba mis palabras y acciones cuando estaba con Dixon, y también mantenía mi apariencia presentable. No solo me mantenía presentable, sino que también era buena en la cocina. Me esculpí en una forma perfecta.

Sin embargo, ¿qué pasa con el tiempo que pasé con Zachary?

Era extremadamente informal, y ya no tenía que llevar una vida tan dura. Solo me maquillaba si me apetecía. Podía vestirme con el estilo que me apeteciera y también ponerme cualquier tipo de maquillaje. No tenía que asegurarme de ser absolutamente llamativa todo el tiempo.

Además, cocinaba cuando me apetecía. Si no lo hacía, alguien me apoyaba. Además, tenía un carácter infantil, totalmente diferente del comportamiento cuidadoso y tranquilo que tenía cuando estaba con Dixon. Antes de Zachary, era especialmente gruñona.

Cuando estaba con Zachary, me comportaba como una niña.

Una niña que se dejaba mimar.

Además, él lo disfrutaba mucho porque constantemente decía que yo era infantil.

Siempre me mimaba incondicionalmente.

Ya era excesivamente guapo solo con su cara. Con la sonrisa, podía robar el alma de alguien. Me incliné para darle un beso en la mejilla, y luego murmuré para mis adentros: "No sonrías así. Soy una pervertida".

Zachary quedó estupefacto.

Me acarició la cabeza con su enorme palma y dijo en tono de impotencia: "Siempre andas encantada de mi apariencia. Si un día perdiera mi buena apariencia, ¿me seguirías queriendo?".

Yo intervine y dije: "Por supuesto. Incluso si tu apariencia se estropea, te seguiré queriendo. ¡Me encanta tu apariencia porque es tuya!".

A continuación, añadí inmediatamente: "Mira a Lance, Lucas, Blueson, Charles, Wallace y el resto. ¿Quién de ellos no es guapo? Sin embargo, ¿los amo? Yo solo te amo a ti, segundo hermano. Aunque tu aspecto se arruine, ¡te seguiré amando!".

"Diciendo tonterías otra vez", dijo.

Mis palabras lograron atraerlo. Entrecerró los ojos y me atrajo hacia su abrazo. Mi cuerpo se pegó a su pecho firme y ardiente. En ese momento, mi corazón se llenó de una gran sensación de seguridad y felicidad. Esa sensación era la cúspide de mi felicidad en esta vida.