El Amor Eterno romance Capítulo 1137

Lance sonrió. Él acarició suavemente la cabeza de la mujer con sus delgados dedos. Él le recordó: "Solo tengo catorce años más que tú, pero me haces sonar tan viejo cuando me llamas tío. Antes de conocerte, nunca pensé en envejecer. Pensé que era más guapo que Zachary".

Esto sorprendió a Yara, quien preguntó: "¡¿Por qué te comparaste con Zachary?!".

"Zachary es joven, por lo que es una comparación adecuada".

Yara le tomó la mano con fuerza mientras caminaban hacia la zona residencial cercana.

Yara dijo: “Zachary cumplirá veintinueve para fin de año, lo que lo hace cinco años más joven que tú, mi querido tío. En efecto, es mucho más joven que tú y sé que siempre estás tratando de demostrar que te ves joven. Puedes culparme por eso, ya que sigo llamándote tío".

Yara hizo una pausa y dijo con una sonrisa: "Eres el hombre más joven del mundo. No solo eso, eres guapo, rico y gastas en mí sin escatimar. ¡Ni siquiera puedo terminar de gastar la mensualidad que me das! Además, no es que seas demasiado mayor, sino que yo soy demasiado joven".

Yara dijo todas esas cosas para convencer al hombre.

"¿Estás feliz porque estoy dispuesto a gastar en ti?".

“Así es”, explicó Yara: “Desde que nos juntamos, nunca me ha vuelto a faltar el dinero en efectivo. En el pasado, ni siquiera podía permitirme comprar un boleto de avión. Recuerdo cuando tuve que convencer a Eason y a Joshua para que me prestaran dinero".

“Ahora tengo dinero para mí y no tengo que preocuparme de si ellos están de buen humor o no para pedirles dinero. ¿Recuerdas cuando me regalaste cinco mil dólares el primer año que nos conocimos? ¿Sabes cuánto me quejé y dije que eras demasiado tacaño? ¡Ahora eres tan generoso!".

Caroline le dijo que Yara se había quejado de él antes.

En ese entonces, él pensó que el regalo era solo una cortesía. ¡¿Quién hubiera pensado que la joven necesitaba dinero desesperadamente?!

“Bueno, debería ser generoso contigo. Cada centavo que gano debería ser gastado por derecho en mi querida esposa. Siempre que necesites comprar algo, simplemente pasa mi tarjeta".

Al escuchar eso, Yara lo miró con admiración. “¡Lance, me haces sentir tan feliz! Vayamos a mi casa, está cerca. Zachary me compró un condominio cerca solo para facilitarme las cosas".

De repente, Lance cargó a Yara. Su acción sorprendió a Yara. Él luego explicó en voz baja y gentil: "Déjame cargarte hasta la casa".

Yara se sonrojó y dijo avergonzada: "No es como que no pueda caminar".

"Estás cansada después de trabajar. Yo te cargare".

"Lance, me haces sentir...".

Lance preguntó suavemente: "¿Qué?".

"Como si estuvieras tramando algo".

"Yara, ¿en qué tonterías estás pensando?".

Yara se quedó sin palabras.

...

El condominio de Yara estaba a la vuelta de la esquina. Como ella no iba a trabajar allí por mucho tiempo, Zachary le consiguió una unidad tipo estudio en la que el dormitorio y la sala de estar estaban conectados. De esa forma, el lugar se veía muy espacioso.

Una vez que Lance abrió la puerta, él vio que el interior era de un color pastel. Él luego la dejó en el sofá y pasó un par de minutos admirando su condominio.

El diseño se adaptaba al gusto de Yara. Aunque Yara parecía madura e inteligente, ella seguía siendo una niña. Su gusto era similar al de una niña.

No solo sus paredes y su sofá eran de colores pastel y cálidos, sino que ella también vestía un lindo suéter de color rosa.

Por otro lado, a Yara le gustaba el cosplay. Cuando él la conoció dos años atrás, ella estaba vestida como una niña.

Mientras tanto, Lance se acostumbró a la combinación de colores del condominio de su amada.