El Amor Eterno romance Capítulo 1204

Zachary quería sacarme para disfrutar del paisaje nocturno de la ciudad.

Le dije que quería usar el kimono antes, y el hombre parecía muy confundido con mi decisión. Aunque él estaba desconcertado, él seguía dejándome hacer lo que quisiera.

Desde que vi cómo Lucas me ayudó con el cinturón, pude recordar los pasos y rehacer el nudo perfectamente.

Me puse el kimono con el cinturón pulcramente, luego di una vuelta delante de Zachary. Le pregunté: “¿Me veo linda? También debería atar dos coletas altas. Entonces, me veré más linda. Además, debería ponerme un poco de maquillaje con temática de cerezos".

Como iba a tener una cita con Zachary, tenía que asegurarme de vestirme bien.

Seguía siendo una cita para mí, incluso si solo iba a ser un paseo corto.

Zachary sonrió gentilmente y preguntó: "¿Qué estás haciendo?".

Continué atando mis coletas altas mientras le explicaba, “¡Tengo que vestirme bien cuando estoy contigo! De lo contrario, ¡te avergonzaría! Además, quiero ser una mujer linda que no para de charlar a tu lado".

Zachary dijo impotente: "Sigues tan hablantina como siempre".

"No soy hablantina. ¡Tú eres demasiado callado!".

Incluso si hablaba, solo hablaba cuando estaba con él. Me gustaba llevarme bien con él de esa manera.

Después de que terminé con mis coletas, saqué mi paleta de sombras de ojos de mi bolso y me puse un poco de sombra. Solo tenía la sombra de ojos, el rubor y el lápiz labial en mi bolso. Dado que ese era el caso, decidí ponerme un maquillaje sencillo.

Cuando terminé, lo abracé del brazo y le dije: “El kimono que Chris eligió para mí se ve bastante moderno. Me gusta bastante porque tiene muchas flores de cerezo. No me di cuenta de lo bonito que se veía porque todo lo que tenía en mi mente eras tú. Ahora que estás a mi lado de nuevo, puedo ponérmelo y vestirme bien para salir a caminar contigo”.

"¡Saldré a caminar con mi segundo hermano más querido a mi lado!".

Zachary frunció los labios y sonrió gentilmente.

"Está bien", dijo él.

Le pregunté: "¿Regresaremos más tarde?".

"Ya que nos vamos mañana, es más conveniente que nos quedemos en la ciudad".

"Si es así, ¿puedo tomarme una foto contigo junto a la orilla del lago?".

El lago se encontró con la luz de la luna. Deslumbraba con gracia mientras brillaba bajo los lejanos cielos estrellados. El paisaje me pareció impresionante.