El Amor Eterno romance Capítulo 1331

Entonces, elegí otra flor de Eustoma que tenía un color degradado de púrpura y blanco.

Luna vio que no decía nada, así que se puso en cuclillas y me ayudó a recoger más flores.

"Las flores de Eustoma tienen un ciclo largo. También tienen una gran variación de color, desde el verde degradado al blanco, el púrpura degradado al blanco, el rosa degradado al blanco, el rosa, el blanco puro, el verde oscuro, el amarillo claro, y otros... Esta flor viene en todos los colores posibles. Son tan vibrantes, conmovedoras, eternas y sin cambios".

"Mamá, a mí también me gustan las flores de Eustoma", dije.

"¿Sí? Deberías elegir más flores rosas y blancas. Estos colores le sientan bien a los jóvenes. A Zach le gustan los colores más oscuros, así que puedes elegir algunas púrpuras y ponerlas en su estudio. Estas flores no necesitan cuidados delicados".

Le dije amablemente: "Claro, gracias".

Regresé a la villa después de recoger las flores y las puse en tres jarrones. Cuando terminé de recortarlas y arreglarlas, me di cuenta de que Luna seguía fuera. Tenía la mirada perdida en el campo de flores de Eustoma.

Luna dijo que a ella también le gustaban las flores de Eustoma, pero me pregunté por qué le gustaban.

Sacudí la cabeza y me advertí a mí misma: ‘No vuelvas a pensar demasiado’.

Puse el jarrón más grande en el salón y llevé los otros dos jarrones con flores de Eustoma de color púrpura arriba. Coloqué uno de ellos en el dormitorio y el otro en el estudio. Cuando Zachary me vio llevar las flores al estudio, preguntó despreocupadamente: "¿Las recogiste del jardín?".

"Sí. El Asistente Yair acaba de traer a casa al Pastor Tres y al Pastor Cuatro".

Desconcertado, Zachary preguntó: "¿Hm?".

"Los dos perros que teníamos en la villa anterior", le expliqué.

Zachary finalmente pareció recordarlos después de que los mencioné.

"A Leoncita le gusta jugar con ellos".

Puse el jarrón de flores en el escritorio y dije: "No jugar... A ella le gusta intimidarlos porque son pequeños".

Zachary sonrió y dijo: "¿Quién diría eso de su hija?".

"Continúa con tu caligrafía. Voy a bajar a preparar unos postres".

Luna me preguntó: "Carol, ¿a dónde fuiste?".

"Fui a la oficina para terminar un trabajo".

"Ya veo. Hay comida caliente en la mesa".

Entré en el comedor y vi todos los platos aún calientes. No solo eso, cada plato tenía un aspecto elegante. Le pregunté a Luna: "Mamá, ¿has hecho todo esto tú misma?".

"Sí. Pruébalos".

Me senté en la mesa y empecé a comer. "¡Sabe muy bien! Por cierto, los cocineros empezarán a trabajar en la villa a partir de mañana. Puedes cocinar cuando quieras y descansar si no te apetece hacerlo. Así no tendrás que estar siempre ocupada y cansada".

"Claro, Zach dice que pronto podré ver a los niños".

Luna estaba emocionada por conocer a los niños.

Ella preguntó con un tono precavido: "¿Puedo recogerlos en el aeropuerto?".