El Amor Eterno romance Capítulo 1384

Escuché a Lucas decir que sus padres adoptivos, la pareja Arbaciana, lo torturaron eventualmente.

¿Cuál era la verdad detrás de la historia de Lucas? ¿Qué era verdad y qué era falso?

Quería obtener cualquier pista que pudiera, así que le pregunté: "¿Sabes del paradero de Zachary? ¿Quién es Jeremiah Jerod? ¿De quién recibes órdenes?".

Orpheus se echó a reír al escuchar mis preguntas.

Él preguntó: "Señorita Caroline, ¿malinterpretaste algo? ¿Crees que estoy tratando de complacerte al no exponer tu identidad?".

"Perdón. Te traté como a un amigo", respondí apenada.

"Ja. ¿Podemos ser amigos así como así? Además, ¿por qué merezco ser tu amigo? Solo soy un guardaespaldas y la Señorita Caroline es la mujer más poderosa del mundo".

Orpheus quería salvar a Lucas, pero él no quería ayudarme del todo.

Su único objetivo era Lucas. Él no me ayudaría con nada más.

Orpheus salió del coche ya que dejé de hablar. No volvió en mucho tiempo. Una hora después, Lucas salió del edificio y entró en el coche. Él le indicó al chofer: "Vaya al lugar de siempre".

El lugar de siempre...

Al final, el chofer detuvo el coche frente a un bar.

El bar parecía uno de los lugares más concurridos de la ciudad. Parecía de clase muy alta. Lucas se bajó del coche y de repente, me miró. "¿Quieres acompañarme?".

Sorprendentemente, me lo preguntó en forma inquisitiva.

Su personalidad era realmente extraña.

"Señor, ¿puedo?".

"Claro. Depende de ti".

Le dije honestamente: "No tengo mucha experiencia sobre los asuntos comerciales. Me temo que mi decisión afectará las ganancias potenciales del Señor".

Tuve que fingir que no sabía nada incluso cuando entendía. Después de todo, ¿por qué una sirvienta corriente de la villa entendería los asuntos de negocios?

Si hablaba con total confianza, ¡¿eso no me expondría?!

"No te preocupes por eso. Simplemente decide en base a lo que te guste".

¿Esa era una opción real?

Lucas era realmente alguien seguía sus instintos.

Como Lucas me dio el poder de decidir, los dos hombres intentaron convencerme de que los eligiera. Entre los dos hombres, elegí al que se veía un poco mayor y dije: "Señor, elijámoslo a él".

Lucas tomó un cuchillo de fruta de la mesa y jugó con él tranquilamente. Él me preguntó de forma indiferente: "¿Cuál es tu motivo?".