El Amor Eterno romance Capítulo 1436

Bella seguía siendo una niña pequeña. Sus facciones eran muy delicadas. Incluso cuando lloraba, ella seguía viéndose hermosa. Era por eso que usualmente no podía regañarla, no tenía el corazón para hacerlo. Además, Zachary era el que usualmente le enseñaba lo que estaba bien y mal.

Bella comenzó a temerle a Zachary, así que ella enterró su cara en mis brazos y me abrazó con fuerza con sus dos pequeños brazos.

Cuando Zachary vio lo asustada que ella estaba, dejó de regañarla.

No mucho después, Bella finalmente dejó de llorar. Luego de que ella se calmó, finalmente pude preguntarle porque estaba molesta.

Ella no entendía muy bien lo que quería decir. En su lugar, continuó gritando y estaba tratando de decir que su hermano no quería darle su juguete.

Suspiré. Ella lloró tan fuerte por algo tan tonto.

En efecto, el carácter de Bella se estaba volviendo problemático. No era una mala niña, pero era un tanto dominante y le encantaba llorar.

Siempre creí que era normal que las niñas fueran quisquillosas.

Cuando Bella jugó con Ralph nuevamente, regresé y me senté junto a Zachary. La mirada de Zachary estaba fija en su libro otra vez.

Le dije: “A Bella le encanta llorar”.

“Cada vez que hace algo malo, las niñeras no la regañan. Es por eso que ella es un poco dominante. De alguna forma se controla cuando estoy cerca, pero se sobrepasa cuando estoy lejos. Está bien ya que aún es joven. Ella aun no entiende lo que le enseño ahora. Le iré enseñando a medida que vaya creciendo”.

Zachary tenía razón. Cada vez que él no estaba cerca, Bella se sobrepasaba y hacía pataletas.

Abracé el brazo de Zachary y le pregunté con curiosidad: “Segundo Hermano, ¿le pegarás si ella no te hace caso cuando crezca?”.

Zachary negó con la cabeza. Él dijo: “Tendré que castigarla, pero golpearla sería demasiado. Hay muchas maneras de hacer que entienda las cosas”.

Intenté imaginarme como Zachary se vería sermoneando a Bella. Quizás, Bella estaría de pie mirando una pared mientras Zachary se para a su lado y la supervisa mientras lee su libro. Hubiese sido interesante ver el adulto y la niña interactuar de esa forma.

Cuando pensé en eso, me reí e hice algo de ruido. Zachary frunció el ceño y me preguntó: “Bel, ¿de qué te estás riendo?”.

“Te estoy imaginando tu cara cuando estás sermoneando a Bella”.

Al escuchar eso, Zachary cambió su mirada hacía Bella. Ella estaba ocupada jugando con sus bloques de juguete.