El Amor Eterno romance Capítulo 1447

Ralph solo lloró un poco antes de detenerse. Después de eso, se mantuvo muy callado. Estaba preocupada por él, así que no le quité los ojos de encima durante todo el trayecto. También le acariciaba la frente de vez en cuando. Me preocupaba que sintiera frío, así que le dije al conductor que encendiera la calefacción.

Zachary vio lo preocupada que estaba y me dio unas palmaditas en la cabeza. Él me dijo: "Bel, no te asustes".

"Mm", respondí, "solo estoy preocupada".

Era la primera vez que veía a mis hijos enfermos.

"Probablemente solo sea un resfriado o una simple fiebre".

"Ojalá. Últimamente hace mucho frío".

En ese momento, no podía soportar el frío. Quizás, era por la condición de mi cuerpo. Llevaba muchas capas de ropa encima.

Eventualmente, llegamos al hospital. El médico nos dijo que Ralph solo tenía un ligero resfriado. Afortunadamente lo diagnosticamos lo suficientemente rápido y no demoramos mucho tiempo en darle un tratamiento.

Aunque el médico dijo que era solo un ligero resfriado, el estado de Ralph empeoró con el tiempo. Por la tarde, el médico finalmente le diagnosticó influenza a Ralph.

Mi corazón se estremeció cuando escuché el diagnóstico del médico. Mientras tanto, Zachary llamó al Asistente Yair.

Después de eso, los médicos pediatras se reunieron rápidamente frente a la sala de Ralph. Me dio tranquilidad ver tanta gente cuidándolo. Aun así, seguía sintiéndome angustiada cuando vi los ojos rojos y la nariz mocosa de Ralph.

Esa noche, Zachary y yo nos quedamos en la sala de Ralph y lo acompañamos. Al principio, él no tenía mucha energía y no nos hablaba mucho. No reaccionaba ante nosotros en absoluto. No solo eso, dejó de llamarnos papá y mamá.

Tampoco lloraba. Cuando estaba a punto de dormir, mamá finalmente me llamó. Lo cargué en mis brazos. Entonces, Zachary acaricio su cabeza. Bajé la voz y le dije: "Mamá está preocupada por ti".

“El niño no entiende. ¿Por qué le dices eso?”.

Zachary tomó a Ralph de mis brazos y había un rastro de desaprobación en su voz. Él dijo con confianza: "Algún día, este león feroz podrá entenderte".

Ralph estaba muy callado y tranquilo en los brazos de Zachary. Volvió a tener mocos, así que tomé un pañuelo y lo limpie. Me llamó mamá de nuevo y me miró con sus lindos ojos. Su carita se parecía mucho a la de Zachary. Mis ojos se pusieron llorosos cuando dije: "Mamá está aquí".