El Amor Eterno romance Capítulo 1543

Todo lo que Bella había escuchado era la palabra caramelo.

"¡Caramelo! ¡Bella quiere caramelos!", dijo.

Yo le dije con una sonrisa: "Solo quieres comida".

Yara habló por Bella y dijo: "Es normal que un niño esté pensando todo el tiempo en comida. Sin embargo, deberías comer menos caramelos. De lo contrario, ¡tus dientes se estropearán después!".

"Tía, te equivocas...".

"¡Eh, solo eres una niña y ya sabes contradecir!".

Abracé a Bella con fuerza y le dije: "Eres muy lista".

“Volveré a trabajar”, dijo Yara.

Me llevé a Bella en mis brazos y salimos del laboratorio. Caminamos por la Universidad de Ciudad Tong para conocer su larga historia y el campus, ambos llevaban consigo un fuerte patrimonio cultural. Sin embargo, la universidad en sí era bastante antigua.

El clima en Ciudad Tong no era tan bueno. También era la temporada de otoño. Cuando pasó la brisa, soplaron las hojas que caían por todas partes.

Bella lo encontró interesante y quiso bajar de mis brazos para perseguirlas. No me atreví a dejarla en la acera, así que busqué un espacio abierto con césped para que jugara allí

Después de bajar de mis brazos, Bella siguió persiguiendo las hojas caídas. No podía correr de manera constante, por lo que corrió un poco y se cayó al césped. Se levantó y volvió a perseguirlas nuevamente. Cuando vi cómo se estaba divirtiendo consigo misma, mi estado de ánimo mejoró.

Le recordé: "Ten más cuidado".

Bella no me respondió. Ella solo quería seguir jugando. No pude evitar sonreír al verla jugar con las hojas. Cuando me di la vuelta, vi a un hombre de pie no muy lejos.

En ese momento, mi cuerpo se puso extraordinariamente rígido y mi expresión también cambió. Mordí mis labios un poco y cargué de nuevo a Bella.

Bella estaba cansada después de perseguir las hojas, así que se quedó en mis brazos obedientemente.

El hombre que se encontraba a la distancia no vestía su chaqueta de traje formal habitual. Solo vestía camisa blanca con corbata negra. Deliberadamente miré sus dedos. No tenía ningún anillo.

Zachary no llevaba su anillo de boda. No solo eso, la pulsera en su muñeca había desaparecido.

Se suponía que debía llevar esa pulsera. Era un par de pulseras de pareja, y cada uno tenía una. Yo todavía llevaba la pulsera en la mano cuando lo vi.

Contuve mis emociones y caminé hacia él. Me miró durante un largo rato en silencio.

Lo sabía.

Estaba esperando a que yo hablara primero.

Sin embargo, su rostro parecía muy frío y no podía mirarlo directamente a los ojos.

Bajé la mirada y dije: "Yara me invitó y me pidió que la esperara aquí. No esperaba que tú también estuvieras por aquí. ¿Cómo has estado?".

Zachary permaneció callado, sin decir nada.