El Amor Eterno romance Capítulo 1696

Zachary sonrió ligeramente, pero siguió actuando con calma y dijo: "Sí. Me cautivaste".

Tomé mi algodón de azúcar y me senté frente a Zachary. Le pregunté: "¿Qué hacía aquí? Se ve mejor que antes, cuando estaba en la escuela. Ya no lleva gafas y es bien parecida. Debe tener algún pretendiente".

"Este restaurante es de su padre. Suele venir a ayudar durante las vacaciones y los fines de semana. Me vio antes, así que se acercó y charló un rato conmigo".

Vaya suerte la mía, el restaurante que elegí al azar pertenecía a su familia.

Dejé de hablar acerca de ella. En su lugar, tomé un poco de mi algodón de azúcar y dije con melancolía: "El vendedor de algodón de azúcar me dio un enorme cono solo porque era bonita. Siempre he pensado que las personas que tienen buena apariencia son tratadas con más preferencia en este mundo. Después de todo, a todo el mundo le gustan las personas y las cosas bonitas. Sin embargo, cuanto más lo pienso, más siento que el mundo es injusto. El mundo es un lugar injusto para la mayoría de las personas".

Zachary respondió: "El mundo nunca ha sido justo".

"Solía pensar que el mundo debería ser justo".

Aunque había dicho eso, sabía que la justicia era relativa. No existe la justicia absoluta.

El camarero nos trajo una botella de vino. Zachary la tomó, se sirvió una copa y disfrutó de un sorbo de su vino. Luego, el camarero me trajo un vaso de jugo de naranja, y después de que tomé un sorbo, Zachary continuó: "Aunque esta sociedad predica la igualdad y la libertad para todos, todos nacen de forma diferente y se dividen en clases. Solo un pequeño número de personas puede salir de la clase social más pobre y ascender a una clase superior".

"Muchas personas son así en todas las épocas, pero muchas de ellas se limitan a vivir felizmente en su camino establecido. Puede que no se den cuenta de nada antes y piensen que están viviendo una buena vida. No es hasta que algo realmente devastador sucede que uno se da cuenta de que en realidad es impotente...".

"Así es como ha sido siempre el mundo. Nada ha sido justo nunca. Las personas nunca han sido iguales al momento de nacer, su apariencia, su educación y todo lo demás. Sin embargo, eso es lo que compone la sociedad en la que vivimos. No puede haber solo gente rica en el mundo, ni solo gente pobre. No se puede ser demasiado egocéntrico. Lo único que podemos hacer es...".

Zachary hizo una pausa oportuna.

Pregunté seriamente: "¿Qué quieres decir?".

"Tenemos la mayor riqueza del mundo. Lo que deberíamos hacer a partir de ahora no es simplemente acumular más riqueza sin razón. En cambio, deberíamos utilizar nuestros recursos y devolver algo al mundo", dijo Zachary.

Yo era consciente de que Zachary contribuía constantemente a los orfanatos, pero creía que había hecho cosas mucho más caritativas de lo que yo me había enterado.

No era solo él, sino también Yara.

Yara no se quedaba con nada de sus ganancias. Por el contrario, donaba todo a los necesitados.