El Amor Eterno romance Capítulo 1713

Resumo de Capítulo 1713: El Amor Eterno

Resumo de Capítulo 1713 – Uma virada em El Amor Eterno de Internet

Capítulo 1713 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de El Amor Eterno, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Romance, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.

[Zachary: Bien, señora Schick. Gracias por el desayuno].

Zachary había visto la comida que le había dejado en la mesa del comedor.

Yara tenía razón. Los hombres tenían un corazón blando para nosotras.

Estaba intrigada y le pregunté a Yara: "¿Por qué te volviste adicta a las novelas románticas? ¿Hay buenas novelas? Recomiéndame algunas".

"Estaba un poco aburrida hace unas noches, así que Anémona me recomendó dos novelas. Luego quedé adicta a ellas. Las historias son bastante interesantes. Te las enviaré más tarde. Puedes leerlas cuando estés libre".

Yara hizo una pequeña pausa y explicó: "Desde que quedé embarazada, no tengo mucha energía para hacer mis investigaciones. Así que le pedí a Zachary una licencia larga. Por eso me trajo a trabajar aquí. Solo trabajaré tres horas al día, y es bastante relajante. Probablemente me quedaré hasta el Año Nuevo Lunar".

Todavía faltaban dos o tres meses para el Año Nuevo Lunar.

La consolé y le dije: "No tienes que esforzarte tanto. Siempre puedes solicitar más tiempo de licencia si estás cansada. No rechazará tus solicitudes de permiso. Si lo hace, dímelo y hablaré con él".

Los ojos de Yara brillaron con fuerza. Dijo: "La esposa de mi jefe es la mejor".

Le pregunté: "Estás económicamente estable, ¿verdad?".

Yara asintió con orgullo y dijo: "Desde que me casé con Lance, nunca me falta dinero. Utilizo su dinero, pero no me siento culpable en absoluto. Igual, es mi esposo, así que puedo usar su dinero libremente".

Yara tenía una buena actitud. Estaba ganando su propio dinero, pero decidió utilizar todo lo que ganaba para la caridad. Era una chica muy buena.

Intencionadamente dije: "No te puedes imaginar la envidia que tengo. Quiero usar el dinero de mi esposo, pero ni siquiera puedo agotar mi propio dinero".

"No seas así. Te odiarán por ser tan engreída".

Mientras íbamos de camino a Noruega, Yara y yo seguíamos bromeando mientras charlábamos despreocupadamente. Cuando casi nos acercábamos a nuestro destino, ella mencionó de pronto: "En cuanto a la riqueza de la familia Thompson, hemos decidido que todo irá a parar a Mona, como estaba previsto. Al fin y al cabo, fueron su madre y su padre quienes trabajaron duro para conseguirlo. Mi madre no nos permite tocarlo, mientras que mi hermano y yo no queremos ni molestarnos con eso. Mi hermano ya empezó su propio negocio hace unos siete u ocho años. Su negocio va bien y está creciendo. Estoy segura de que dentro de unos años no será menor que la Corporación Thompson".

Hace algún tiempo, debido a que Mona me ofendió, le arrebaté por la fuerza la Corporación Thompson y se la di a Yara. Sin embargo, Yara y Nathan eran personas orgullosas. No se molestarían en luchar por esa herencia con ella. Además, sentían que era legítimamente de Mona.

Mona tuvo la gran fortuna de encontrarse con un hermano y una hermana con gran integridad.

"Eso también está bien, siempre que seas feliz".

"Lo estoy intentando, pero mi cuerpo es débil. Así que progreso muy lentamente. Zachary también hace ejercicio conmigo, pero necesitaremos más tiempo para ver alguna mejora".

Yara preguntó sin pensarlo mucho: "¿Qué tipo de ejercicio?".

Entonces se dio cuenta de mi expresión apenada y se burló de mí: "Eres realmente...".

"Jaja. Voy a ejercitar mi cuerpo adecuadamente después de mi operación. Entonces, haré que Zachary me enseñe a pelear también. No importa si tengo que golpear a la gente, solo quiero aprender lo que sabe Zachary".

Yara puso a propósito una mirada envidiosa y dijo: "Zachary nunca le ha enseñado a nadie sus habilidades de pelea. La esposa de nuestro jefe tiene mucha suerte".

"Ya dijiste que soy la esposa de tu jefe".

Mi teléfono sonó inesperadamente después de decir eso.

"Es Wallace", dije.

"Pregúntale dónde está", me instó Yara.

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