El Amor Eterno romance Capítulo 1743

“Sí. Estoy un poco cansado”.

“Deberías descansar temprano”, le dije.

“No te preocupes por mí. Te acompañaré a dar un paseo cerca más tarde”.

Zachary ya estaba cansado, pero aún tenía ganas de pasar su tiempo relajándose conmigo. Por supuesto, sabía que su objetivo principal era ayudarme a mejorar mi condición física.

Abracé su cintura y dije: “Todavía está nevando. No creo que podamos ver la aurora boreal esta noche. Segundo Hermano, ¿nos quedaremos aquí unas noches?”.

“Si. Prepararé el telescopio para ti mañana por la mañana”.

Eso significaba que también nos quedaríamos a pasar la noche mañana.

“¿Cuántos días nos quedaremos aquí?”.

Zachary me acarició suavemente la cabeza con la palma de la mano y dijo: “Yara y tú son las que disfrutan de estas cosas. Nos quedaremos hasta que ustedes se aburran”.

Sonreí y pregunté: “¿De verdad nos están consintiendo tanto así?”.

“Lance y yo estamos temporalmente libres del trabajo. No creo que haya nada más importante que pasar tiempo con nuestras queridas esposas”.

“Quedarme contigo también es muy importante para mí”, le dije.

…

Solo descansamos en la carpa unos minutos. Recordé que tenía algunos parches calientes conmigo, así que dejé mi tienda y le di algunos a Yara. Ella me preguntó si tenía más.

“Dame unos cuantos más. Le daré algunos a Lance también”.

“Por supuesto. Iré contigo mañana”, dijo Zachary.

“Lance, también quiero esquiar. Podemos esquiar en esa pista. Sé esquiar. ¿Podemos alquilar una tabla de esquí también?”.

La solicitud de Yara sonaba irrazonable, considerando que estaba embarazada. Por lo mínimo, sonaba irrazonable para una persona débil como yo.

Si fuera yo, estaba segura de que Zachary habría rechazado mi solicitud.

Sin embargo, Lance estuvo de acuerdo y le dijo con voz suave: “Claro, pero no puedes esquiar desde una pendiente demasiado alta. Tienes que estar a mi vista en todo momento. No actúes por tu cuenta”.

Yara sonrió felizmente con los ojos entrecerrados y dijo: “Lo prometo”.

Ella sonrió alegremente mientras le decía: “Tío Gregg”.