El Amor Eterno romance Capítulo 1817

Cedar amaba a Isabelle.

Él mantuvo sus sentimientos por ella en secreto durante muchos años. Sus sentimientos por ella no comenzaron desde su infancia, sino desde que ella era una adolescente. Sus sentimientos por ella crecieron al mismo tiempo que ella creció y se convirtió en una joven que finalmente podía experimentar el amor primerizo. Cedar ya había notado su belleza desde entonces.

Empezó a prestarle más atención poco a poco. ¡A medida que aprendió más sobre ella y la entendió, le tomó cinco años enterrar lentamente sus sentimientos en lo profundo de su corazón!

Ella se convirtió en la chica que él deseaba. La niñita que una vez estuvo pegada a él se había convertido en el tesoro de su corazón. Antes de que supiera que tenía sentimientos románticos por ella, ella ya era la indicada.

Por supuesto, ella era una persona importante para él como familia. ¡Ella siempre había sido alguien a quien él quería proteger de por vida!

Sus sentimientos por ella cambiaron y se convirtieron en amor. Aun así, todavía esperaba poder protegerla de por vida. Sin importar cómo cambiaran sus sentimientos, su deseo sincero de protegerla nunca cambiaría.

Era precisamente por eso que la trataba como un tesoro. ¡Incluso se resistió y se contuvo cuando sintió ganas de tocar sus cejas ligeramente! Incluso si ocasionalmente tenía deseos por ella, siempre se detenía a tiempo.

Así es. El corazón de Cedar deseaba a Isabelle. Él también quería tener intimidad con ella. La deseaba tanto, y tenía la esperanza de que se quedara a su lado. Quería dejar su huella en ella.

Aun así, no quería hacer eso cuando sus sentimientos aún no eran mutuos. Le haría sentir que había hecho algo mal. Había terminado manchando el tesoro que tanto apreciaba accidentalmente. ¡Lo hizo sentir angustiado y deprimido hasta el fondo de su corazón!

“¡Isabelle! ¡Sé que estás borracha, pero debes marcar tus límites!”.

Era raro ver a Cedar perder el temperamento. ¡Aunque perdió los estribos, igual logró controlarse y se contuvo!

¡La única diferencia fue que su voz se volvió mucho más fría en comparación con su tono habitual!

“¡¿Por qué te enojaste?!”. Isabelle miraba a Cedar de forma perpleja.

En ese momento, la comunicación entre ellos era ineficaz. Isabelle no podía comprender su frustración. Después de todo, ella nunca reconoció su existencia en su corazón. Por eso ella no podía entender sus sentimientos.

“Isabelle, tú ganas”. La voz del hombre sonaba tan perdida. ¡¿Qué debería hacer con ella?!

Cedar la dejó atrás y volvió a su dormitorio.