El Amor Eterno romance Capítulo 1818

Isabelle todavía estaba usando su camisa y su cinturón. Ella era una chica muy extraña.

Cedar le desabrochó el cinturón y también le quitó los zapatos, antes de taparla con la manta. Luego, se sentó junto a la cama y la protegió en silencio.

Era casi el amanecer cuando finalmente salió para ir a otra habitación. Se acostó en la cama y descansó hasta que fue despertado abruptamente por los sonidos de pasos afuera. Entonces, finalmente pudo relajar su mente.

Cuando Isabelle se despertó, descubrió que estaba en una cama desconocida. En el momento en que abrió los ojos, inmediatamente revisó su ropa. Su ropa seguía en orden, a excepción del cinturón, que otra persona le había quitado. Se levantó y salió de la habitación.

Cuando vio la sala de estar de aspecto familiar y sus bocadillos en el sofá, finalmente recordó que estaba en el condominio de Cedar. Después de saber eso, finalmente pudo bajar la guardia.

Sin embargo, ¡¿qué había sucedido anoche?!

Ella bebió demasiado, y apenas podía recordar lo que sucedió después de emborracharse. Ella sacudió la cabeza, pero no podía recordar nada. Sin embargo, mientras se sentaba en el sofá y recordaba sus recuerdos con cuidado, de repente recordó que Cedar la había llevado a casa.

Mientras pensaba en eso, alguien abrió la puerta de la habitación de al lado. Isabelle desvió la mirada y vio a Cedar salir de la habitación. Naturalmente, era el mismo Cedar de siempre, tan guapo y frío.

Isabelle lo saludó felizmente: “Hermano Mayor, ¡buenos días!”.

Cedar la miró con una expresión gentil.

A juzgar por su actitud, parecía que ella no recordaba nada de lo que pasó la noche anterior. Bueno, era mejor si lo había olvidado.

Cedar desvió la mirada y se fue a la cocina. Aunque Cedar no le respondió a Isabelle, a ella no le importó en absoluto. Ella continuó reflexionando sobre lo que sucedió anoche. Parecía que había estado abrazando a Cedar cuando estaba en el coche anoche. Sabía lo mal que se ponía cada vez que se emborrachaba.

En una ocasión, su Tío Joshua grabó un video de ella cuando estaba borracha. Era simplemente terrible y ruidosa. Isabelle siguió pensando en eso, pero aún no podía recordar mucho después de cuando estaban en el coche.

Le dolía un poco la cabeza por la resaca. Ella negó con la cabeza y dejó de intentar pensar más al respecto. No mucho después, Cedar salió y le dio una taza de té de jengibre caliente.