El Amor Eterno romance Capítulo 1890

Los dos hombres fueron al estudio.

Mientras tanto, Isabelle y Jade se quedaron charlando sobre las últimas tendencias de moda. Ambas podían hablar sin parar de los últimos diseños de vestidos, o incluso de diamantes. Además, a ambas nunca les faltaba dinero.

A Isabelle obviamente nunca le faltaba dinero. Por su parte, Jade tenía a la familia Stone de Ciudad A como respaldo.

Aunque la familia Stone no era particularmente poderosa, seguían siendo una familia prestigiosa en Ciudad A. Su riqueza era suficiente para que Jade viviera el resto de su vida sin preocupaciones.

Después de que las dos buenas amigas terminaron de conversar, ambas se pusieron a comprar en línea juntas. Isabelle compró dos vestidos y dos juegos de ropa de invierno. En poco tiempo, terminó gastando diez mil dólares. Podía derrochar en lo que quisiera, excepto en bocadillos.

Como tenía que irse justo después del Año Nuevo Lunar, eso significaba que no se quedaría mucho tiempo en Ciudad Wu. Se puso en contacto con el vendedor y le pidió que pusiera su pedido como prioridad. El vendedor estaba dispuesto a enviar sus productos lo antes posible, ya que el valor de su pedido era alto. Prometió que llegaría a Ciudad Wu al día siguiente.

Isabelle no tenía mucho que hacer, así que compró cosas en línea por capricho.

No mucho después, sus padres finalmente regresaron a casa.

Cuando Zachary encontró a Isabelle jugando con su teléfono mientras estaba acostada en el sofá, se acercó a ella. Trajo a casa algunos dulces de la madre de Caroline y se los dio.

“Tu madre te permitió comerlos”.

Isabelle rápidamente dejó su teléfono y tomó los dulces. Luego, ella preguntó: “¿De verdad?”.

“Sí. Puedes comerlos hoy. Tu abuela los hizo para mí ella misma. Disfrútalos. Jade, deberías probar un poco también”, dijo Caroline.

Aunque el nombre completo de Jade era Amaya Stone, Caroline ya estaba tan acostumbrada a llamarla Jade.

“Gracias, Tía Caroline”.

Después de eso, Zachary y Caroline se fueron a su habitación en el piso de arriba. Mientras tanto, Isabelle y Jade se quedaron disfrutando de los dulces abajo. Después de que Isabelle se los terminó, subió las escaleras y llamó a la puerta de Caroline.

Caroline se acercó y le abrió la puerta. Isabelle abrazó su cintura y habló en un tono infantil.

“Mamá, ya casi es el Año Nuevo Lunar”.

Caroline puso los ojos en blanco y dijo: “Y te atreves a mencionarlo. Pasas al menos trescientos días afuera en un año. Te has divertido tanto que te estás saliendo de control”.

Isabelle le dirigió una sonrisa tonta y dijo: “Estás exagerando”.

Isabelle soltó a Caroline y saltó sobre la cama. Abrazó el brazo de Zachary y preguntó: “Papá, ¿qué estás leyendo?”.

“Registros históricos del período de los reinos combatientes”.

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