El Amor Eterno romance Capítulo 1911

“¿Qué ocurre? ¿No la quieres?”.

Isabelle quería controlarse. Sin embargo, recordó el asco que sentía cuando comía comidas adecuadas. Sabía que su enfermedad estaba empeorando.

Ella tomó la tarjeta y dijo felizmente: “Gracias, Hermano Maurice”.

Los ojos de Isabelle se pusieron rojos después de decir eso. Ella no pudo evitarlo. Quería controlarse, pero su trastorno alimentario era realmente una enfermedad.

¡¿Cómo podría tener éxito en controlarse?!

“¿Por qué te ves como si estuvieras a punto de llorar? ¿Estás tan conmovida así?”.

Isabelle negó con la cabeza y dijo: “Si que sabes tratarme bien”.

Ella siempre encontraba las mejores palabras para decirle a los demás.

Maurice le dio unas palmaditas en la cabeza. “Buena niña”.

Isabelle simplemente se excusó y volvió arriba. Mientras subía las escaleras, rompió en llanto.

Ella se sintió muy perdida. ¡¿Por qué estaba sufriendo de anorexia?!

Isabelle nunca había logrado entender por qué.

Regresó a su habitación y se acostó en la cama, sintiéndose deprimida. Seguía pensando en sus problemas. No se había sentido tan deprimida al respecto hasta que Zachary le habló al respecto, pero su padre le dijo que se contuviera.

Sentía que era una decepción para Zachary. Incluso sintió que no era comparable al determinado Cedar. Sin embargo, ella todavía era una niña. ¿Cómo se supone que iba a hacer todo bien?

Justo cuando se estaba hundiendo en la depresión, alguien llamó a la puerta. Al siguiente instante, se escuchó la voz de Raphael.

“Estás aquí”.

Raphael se sentó junto a la cama de Isabelle y le dio unas palmaditas en la espalda. Luego, preguntó suavemente: “¿Por qué te escondes aquí? Es el Año Nuevo Lunar”.

Isabelle se levantó de la cama, abrazó a Raphael y luego se echó a llorar.

Ella sollozó: “Me doy cuenta de que mi enfermedad está empeorando. Padre me dijo que me controlara, pero simplemente no puedo. Me siento cada vez más asqueada de comer adecuadamente. Gradualmente he dejado de sentir hambre, pero siempre estoy antojada de bocadillos”.

“Hermano, ¿cómo es el mundo de Hermano Mayor?”.

Al escuchar eso, Raphael repitió: “Oh, su mundo…”.

Él recordó sus propias experiencias desde una edad temprana. Sin embargo, lo que él había experimentado no fue nada comparado con Cedar.

“Por lo que sé, Hermano Cedar dejó a la familia Schick a los catorce años. Se fue solo al norte de Europa. No estoy muy seguro de a dónde fue exactamente, ya que no se lo pregunté deliberadamente”.

“Sin embargo, sé que se convirtió en un asesino cuando tenía quince años. Bueno, no era exactamente un asesino. Era más bien como una herramienta que obedecía a los demás. En ese momento, aquellos que tomaban misiones eran solo herramientas para ser usados por otros”.

“¿En qué organización estaba?”, preguntó Isabelle.

Después de todo, Isabelle era la hija de Zachary. Más o menos estaba anuente de las cosas, y estaba algo involucrada.

“Tú no conoces esa organización. Pasó tres años enteros allí. Eso significa que finalmente obtuvo su libertad cuando llegó a mi edad. Después de eso, comenzó su compañía, luego se hizo cargo de la compañía de Padre hasta el día de hoy”.

Isabelle respondió con insatisfacción: “Hermano, estás siendo demasiado vago”.