El Amor Eterno romance Capítulo 1977

¿Acaso ella estaba planeando subir el Monte McKinley con el deseo de morir?

"Bella, ¿esta es tu decisión final?", preguntó Lucas mientras temblaba un poco en su corazón.

"Sé en qué estado me encuentro ahora. Si tengo suerte y sobrevivo... ya no tendré la valentía de soportar el dolor de esos recuerdos. Si quiero seguir viviendo, tengo que enterrar el recuerdo de esos años en un lugar profundo".

Isabelle aguantó trece años, sufriendo el trauma del incidente. Hizo todo lo posible por proteger su memoria, pero al final optó por olvidarlo todo.

Elegir olvidar era lo mismo que escapar del problema principal. ¿Cómo podría escapar de su trauma de por vida?

Prefería quedarse como una tonta antes de despertarse de nuevo con todos sus recuerdos traumatizantes. Pero para entonces, su estado podría haberse vuelto más grave...

"Está bien, te lo prometo", dijo Lucas.

Después de que Lucas terminara la llamada con Isabelle, se quedó mirando las campanas de su muñeca. Entendía mejor que nadie que cuando alguien optaba por olvidar algo, nunca funcionaba.

Unos años más tarde, Isabelle podría sufrir más dolor del que tenía ahora. Sin embargo, ya estaba en gran dolor, hasta el punto de querer adormecerse con la muerte.

En ese caso, ¿cuánto más podría ser su dolor si se intensificara?

Por el momento, debía pensar en su regreso seguro del Monte McKinley. Tenía que buscar un grupo de alpinistas profesionales.

Aunque eso era lo que Lucas tenía en mente, abandonó el pensamiento inmediatamente. Estaba seguro de que Cedar terminaría enterándose. Además, él ya conocía su verdadera condición. Debió haberla vigilado en todo momento.

Justo cuando Lucas suspiraba, Cedar lo llamó.

Lucas preguntó en tono tranquilo: "¿Qué pasa?".

"Necesito tu ayuda para gestionar temporalmente los asuntos de mi empresa", dijo Cedar.

Al oír la petición de Cedar, Lucas supo que estaba planeando el otro hombre.

"Claro, dile a tu asistente que se ponga en contacto conmigo", dijo Lucas.

Lucas no le preguntó a Cedar sus razones, y Cedar tampoco se las dijo. Sin embargo, Cedar ya estaba seguro de que Lucas podía adivinarlas.

Era por Isabelle.

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