El Amor Eterno romance Capítulo 2025

‘Hermano Mayor, ¿volverás conmigo?’.

Isabelle hizo esa pregunta con cautela. Seguía mirando a Cedar con sus hermosos ojos. Sus ojos estaban fijos en él, y comenzaron a ponerse un poco llorosos.

Era como si fuera él quien la intimidaba y la hacía sentir tan triste.

Mientras el hombre miraba cómo ella lo miraba, una suave onda se fue moviendo en su corazón.

Después de todo, ella todavía era una niña. No era más que una niña que necesitaba tolerancia y adaptación.

Isabelle abrazó la cintura de Cedar con fuerza.

“Hermano Mayor, di algo”, le instó.

“No me reconciliaré contigo por ahora”, respondió Cedar.

‘Por ahora…’.

Eso significaba que había lugar para la negociación.

“¿Cuál es la condición?”, preguntó Isabelle alegremente.

“No me reconciliaré contigo hasta que resuelvas todos tus asuntos, hasta que te cures de tu enfermedad, hasta que no te importe mi edad y todavía quieras ser mi compañera de vida. Nos reconciliaremos cuando decidas pasar el resto de tu vida conmigo”.

Sus condiciones no eran muy difíciles, ¡pero tampoco eran tan simples! Después de todo, ¿cómo podría tratarse fácilmente su enfermedad?

Sin embargo, hubo algunas mejoras en su enfermedad.

Ella supo que su ansiedad ya no se debía a su trauma pasado. En cambio, era causado por el hombre que tenía en sus ojos.

“Hermano Mayor, ¿por qué se siente como si estuvieras tratando de asustarme?”.

Cedar no lo negó ni lo admitió. En cambio, le indicó: “Suéltame”.

Isabelle soltó al hombre, pero él no se alejó.

En cambio, se sentó al lado de la cama y le dijo: “Ya no soy tan joven. No tengo la energía para perder el tiempo con una niña. No es que mi pareja pueda ser cualquiera. Yo también tengo mis estándares. Olvídate del pasado. Como ya exigiste una ruptura…”.

Cuando Isabelle entró en la sala de estar, vio que Cedar estaba ocupado en una llamada. Ella escuchó la conversación y se dio cuenta de que estaba hablando con su madre.

Cedar le respondió por teléfono: “Madre, no te preocupes. Regresaré a casa el próximo mes, tal vez a principios de mayo”.

Después de que terminó la llamada, Isabelle preguntó: “¿Mamá te dijo que regresaras a casa?”.

“Sí. Ya se acerca el cumpleaños de Abuela”.

“¡Verdad! ¡Pronto será el cumpleaños de Abuela!”.

Isabelle necesitaba preparar algunas hermosas joyas como regalo para su abuela. Luna era la que más le gustaba.

“Casi lo olvido”, dijo Isabelle con pesar.

Se culpó un poco por olvidarse del cumpleaños de Luna.

Luego, ella dijo con extrañeza: “Mamá nunca te ha pedido que regreses a la Ciudad Wu para el cumpleaños de Abuela. Ella sabe que siempre estás ocupado, así que solo te pide que vuelvas a casa durante el Año Nuevo Lunar. Ahora, de repente, te llama a casa y dice que es para el cumpleaños de Abuela... ¡Creo que está planeando hacer algo relacionado contigo!”.