El Amor Eterno romance Capítulo 252

Estaba sorprendida al escuchar lo que había dicho la madre de Zachary.

Antes, probablemente yo no habría sentido nada. Sin embargo, mis orígenes eran un misterio. Al escuchar las palabras de su madre, sonó como si supiera mi origen real.

Quería descubrir la verdad rápidamente, así que me acerqué un poco más a Zachary. Al otro lado de la llamada telefónica, su madre pudo haber sentido que se apresuró demasiado, ya que ella redujo la velocidad de su discurso.

“Ella es la exesposa de Dixon Gregg”, dijo ella con apremio. “Ella es una mujer arruinada. ¿Cómo puede ella ser adecuada para mi hijo?”.

La exesposa de Dixon Gregg… ¿Era esa la identidad de la que ella quería hablar?

Fruncí el ceño.

Pude escuchar su voz gentil. Ella dijo: “Zach, sé bien que no puedo controlarte. Sin embargo, sigo siendo tu madre. ¿No puedo tener algunas expectativas para mi futura nuera? Ella no es pura, y se robó a mi hijo… No me digas que no te molesta en lo absoluto, Zach. ¡¡Sabes que tu misofobia es peor que la de cualquier otra persona!!”.

Cada palabra que su madre dijo atravesó mi corazón. El complejo de inferioridad en mí comenzó a expandirse infinitamente, y de repente sentí que no podía respirar. Empecé a sentirme inigualable y no lo suficientemente buena para Zachary.

Las cejas de Zachary estaban fruncidas y su rostro, indiferente, carecía de emoción. De repente, agarró mi mano como si tratara de tranquilizarme y calentarme.

El malestar y la inferioridad que había sentido se desvanecieron.

Lo escuché decirle fríamente a su madre a través de la llamada telefónica: “Madre, han pasado más de diez años. ¿Todavía me confundes con tu hijo biológico?”.

¡¿Qué quiso decir Zachary con eso?!

¡¿Podría ser que él no fuera pariente consanguíneo de la familia Schick?!

Al otro lado del teléfono, su madre sonaba conmocionada y sorprendida.

“Tu sabías…”.

Zachary la interrumpió con frialdad, y le dijo: “No tengo ningún interés en los juegos que has estado jugando con ella todos estos años. La única razón por la que te traté a ti con amabilidad fue porque realmente me trataste como tu hijo. Fue solo porque me has estado ayudando en la familia Schick con tus estrategias y sugerencias, ¡eso es todo! Sin embargo, no puedes usar esto como razón para aconsejarme que me distancie de mi mujer. Madre, espero que atesores lo que tienes ahora”.

Su madre se volvió muy imperativa cuando escuchó las palabras extremadamente frías de Zachary. “Zach, ¡tú eres mi hijo!”, dijo ella llorando. “Te he dado todos mis años. Incluso si ella regresara, no estaría de acuerdo… Zach, eres el niño que yo misma crie. Soy tu única madre. No creas en la provocación de otros, ¿de acuerdo?”.

Su voz expuso sus miedos y su cautela.

Zachary colgó la llamada con frialdad mientras la habitación se hundía en un silencio total.