El Amor Eterno romance Capítulo 271

Él respondió a mi mensaje rápidamente.

Lance: "Llegaré pronto".

Guardé mi teléfono y conduje. Cuando llegué, vi que Yara ya estaba borracha y acurrucada en un sofá. Su pequeño cuerpo se veía muy delgado.

Loraine vio que extendí la mano y me levanté para servirme un vaso de cerveza. Negué con la cabeza y rechacé su oferta.

“Estoy tomando medicamentos, así que no puedo tomar alcohol. ¿Cuánto bebió Yara? Parece estar borracha e inconsciente”.

El lugar tenía música a todo volumen. En el vestíbulo, varias parejas hacían cosas sin escrúpulos.

Escuché de Chuck que había algunos negocios andando en ese lugar. El club de acompañantes más famoso de Ciudad Wu, el Club de las Princesas, tenía negocios en el tercer piso, principalmente para los ricos e influyentes. También escuché que Dixon solía divertirse aquí.

Sin embargo, no estaba segura de si se había acostado con las mujeres del club de acompañantes.

Loraine tiró de mi brazo y sonrió. “Ella no bebió mucho. Mira su estado de borrachera. Ella sólo tomó un vaso y se emborrachó”.

¿Yara sólo había bebido un vaso y se emborrachó así?

Fue gracioso. Fruncí los labios para reprimir la risa y le dije a Loraine: “Llamé a tu hermano. Él vendrá a recogerte pronto”.

La expresión de Loraine se volvió sombría después de escuchar eso.

Me preocupé. “No te ves muy feliz”.

Me acerqué a Loraine principalmente porque ella me salvó sin tener en cuenta su propia vida. Me preocupaba por aquellos que me ayudaron y me salvaron.

Loraine negó mi declaración. “No realmente”.

Si Loraine no estaba contenta, probablemente estaría relacionado con Lance. Sería un inconveniente para mí seguir preguntando más a fondo en ese ambiente de club.

Le di unas palmaditas en el hombro y la consolé. No mucho después, Lance llegó al club. Llevaba una gabardina verde oscuro, que parecía de estilo británico. Le sentaba bien y le hacía parecer elegante y de clase alta.

Sus largas piernas avanzaron hacia Loraine. Él frunció el ceño mientras la miraba y se detuvo un momento antes de decir: “No seas problemática”.

Al escuchar eso, el rostro de Loraine se puso pálido al instante.

Rápidamente le expliqué: “Yo fui quien te llamó. No es culpa de Raine. Si lo hubiera sabido antes, habría llamado a otros amigos”.

Lance cerró los ojos por un momento antes de volver a su usual gentileza.