El Amor Eterno romance Capítulo 294

Le conté la mayor parte de lo que me dijo el padre de Zachary esa noche, pero me reservé lo del anillo y el testamento. La madre de Zachary escuchó todo lo que dije y de repente se quebró en llanto. Ella solo me miró con extrema tristeza.

Ella se rio de forma penosa, y dijo: “¡Se atrevió a decir que yo era su único amor! Incluso se atrevió a… ¿Qué pensaba de mí? Pasé toda mi vida pensando en mis movimientos, ¿y qué obtuve?".

Terminó sus palabras y de repente me miró con sus ojos feroces. Mi corazón tembló ligeramente.

“¡Zachary es mi hijo! ¡Él nunca será tuyo en esta vida!", me advirtió con malicia.

Su advertencia me horrorizó.

Le pregunté: "Sabes claramente que Zachary me ama, así que ¿por qué estás tratando de detener...".

"¿Dijiste que Zach te ama?", dijo con burla.

Llovía fuertemente en esa noche desolada. El sonido de las gotas de lluvia era ensordecedor.

Caminó hasta donde yo estaba y se arrodilló a mi lado. Estábamos al mismo nivel de ojos.

Ella habló lentamente y cada una de sus palabras atravesó mi corazón.

"¿Eres digna de él?", preguntó ella.

‘¿Eres digna de él?’. Sus palabras retumbaron en mis tímpanos.

Me quedé sin palabras. Solo pude mirarla mientras ella me recordaba con indiferencia: “Eres una mujer divorciada. Estabas embarazada del hijo de otro hombre. ¡Incluso tenías cáncer! ¿Crees que una mujer como tú merece estar con mi hijo?”.

“Caroline, Zachary es el amo de mi familia, la familia Schick. Se podría decir que no tiene oponentes a su altura en este mundo. Un hombre como él puede tener a la mujer que quiera. De todas las opciones que tenía, ¿por qué tiene que estar contigo?".

Muchos habían dicho anteriormente lo mismo que ella. Sus palabras pincharon mi corazón con fuerza. Contuve la incomodidad en mi corazón y le expliqué con calma: “Fue Zachary quien eligió estar a mi lado. Yo no me había acercado a él; es más, lo evitaba a propósito. ¡Fue él quien aparecía en mi vida una y otra vez!".

“Sí, quizás tengas razón. No soy digna de él, pero si me tiras a la basura mi pasado, ¡todavía nos amamos profundamente!".

Zachary y yo estamos enamorados. ¡Solo con eso, es más que suficiente!

"¿Amarse el uno al otro?".

Su mirada destellaba. Ella extendió su mano y tocó mi mejilla. De repente habló en un tono nostálgico.

“Ustedes dos son tan parecidos. Ella se llevó a mi amo. Esta vez, pase lo que pase, ¡no dejaré que te lleves a mi hijo! Caroline, puedes intentar quedarte a su lado. Zachary es mi hijo después de todo. Él puede ir contra todos, ¡pero nunca ganará contra su propia madre!".

“Lo conocí por los últimos treinta y cuarenta años. No se iría de este mundo sin preparativos".

Escuché la voz de Zachary en su habitual tono frío.

"Madre, basta", él le recordó.

"Zach, el enemigo de él es…”.

"¿Cuándo he tenido miedo?", la interrumpió él arrogantemente.

Su madre agregó rápidamente: "¡Así es, no tienes miedo! ¡Nunca le tuviste miedo a nada en tu vida! ¿Qué hay de mí? ¿Te crié para que ayudes a esa mujer a surgir?”.

"¿Criarme?", preguntó Zachary.

Me levanté y me paré junto a la ventana. Podía ver las dos figuras en el pasillo. Como de costumbre, Zachary se puso de pie con una mano a la espalda. Su madre lo agarró del brazo con fuerza, pero de repente lo soltó.

Las lágrimas rodaron por sus mejillas.

"Lo siento, Zach", ella sollozó.