Resumo do capítulo Capítulo 295 de El Amor Eterno
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La mirada de Zachary parecía estar fijada en los narcisos del patio. Su voz se volvió más fría.
“Madre, nunca fui un hombre amable. Solo me importaba una cosa y tú lo sabes bien. Si quieres que sea enemigo de ella entonces discúlpame, no lo puedo hacer. Por favor, no desperdicies la última pizca de respeto que me queda por ti", dijo él en tono de advertencia.
Zachary volvió a amenazar a su otra madre de la misma manera.
No estaba muy segura de quién quería su madre que él fuera enemigo...
Sin embargo, ¡esa persona era alguien que realmente le importaba a Zachary!
¡¿Podría ser yo?!
No parecía que se estuvieran refiriendo a mí...
La madre de Zachary gritó con fuerza: "¡Zach!".
Al mismo tiempo, noté a otra mujer idéntica que apareció en la entrada del patio. Ella era la actual jefa de la familia Shick, aunque ella solo era un reemplazo.
Nunca se dieron cuenta de que estaba escuchando a escondidas.
"¿Y si ella quiere destruirte?".
No estaba segura de a quién se refería su madre. Escuché la voz tranquila de Zachary hablando lenta y claramente.
“Si fuera ella, ¿por qué no? Madre, no se diga más. Ya he tomado una decisión. Dejaré a la familia Schick a partir de mañana. Si no hay nada importante, nunca volveré aquí”.
La madre de Zachary se quedó estupefacta. "¿Vas a abandonar a la familia Schick?".
“Nunca reconocí a esta familia feudal marchita y decadente. ¿Cómo puedo abandonar a una familia de la que nunca me sentí parte?".
Cuando la señora escuchó eso, dio un gran paso hacia atrás. Quería decir algo más, pero no pudo. Se dio la vuelta y se fue a toda prisa. La otra dama en la entrada del patio tiró de su brazo y la llamó suavemente.
Fui a buscar el documento y se lo pasé a Zachary.
“Tu padre me dio esto anoche. Está destinado para ti eventualmente", le expliqué.
Zachary no lo tomó. Me dijo: "Ya que te lo dio, quédate con él".
"Oh".
Luego, me di la vuelta y coloqué el archivo del documento junto a la cama.
En ese momento, no sabía que Zachary sabía lo que había en el archivo. A pesar de que esos documentos lo destruirían, él me confió todo voluntariamente.
Él era completamente transparente conmigo.
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