El Amor Eterno romance Capítulo 355

Media hora después, Leo dijo que llegaríamos en siete u ocho minutos. Contuve mis expectativas y dije: "Ten cuidado".

"Mmm. Jefa, quédese a mi lado".

Un minuto después, de repente, se escucharon disparos desde afuera. Más adelante, la carretera estaba bloqueada por una montaña de coches desechados. Leo ordenó con calma: "¡A darle!".

Justo cuando el coche iba a chocar contra el obstáculo, Leo me protegió en sus brazos con fuerza. Inconscientemente protegí mi vientre.

Choqué con el hombro de Leo debido al fuerte impacto. Soporté el dolor y pregunté con los ojos enrojecidos: "¿Están bien, chicos?".

"Sí. Jefa, ¿usted está bien?”.

"No estoy herida".

El coche continuó moviéndose rápidamente. Sin embargo, nadie esperaba que hubiera repentinamente un obstáculo. El coche se volcó y dio vueltas rápidamente. Fui estremecida y golpeada en el coche.

Respiré profundamente y llamé a Leo.

"Estoy aquí".

Después de que mi coche se volcó, los alrededores se quedaron en silencio. El sonido de los disparos desapareció.

¡De repente me di cuenta de que Emmi hizo eso a propósito!

Ella no quería mi vida, ¡solo quiere j*derme a propósito!

Me dolía todo el cuerpo. Los hombres que me seguían desmantelaron rápidamente el coche. Pronto, me sacaron y me trasladaron a otro coche. A través del espejo retrovisor, noté que mi cara estaba sangrando.

Cerré los ojos y soporté el dolor. Leo me ayudó con mis vendajes. Él me informó: "Nuestros hombres los persiguen".

"Mmm". Respondí en voz baja.

"¿Está familiarizado con la familia Hull?".

Leo respondió: "Sí, estamos familiarizados. Hemos estado cooperando con la familia Hull”.

"Dale una advertencia a la familia Hull mañana".

Leo me recordó: "Jefa, esto es obra de Emmi".

Abrí los ojos y lo miré. "¿Por qué?".

Leo explicó en voz baja: “Todo lo que la jefa haya sufrido a causa de Emmi debe resolverse a nuestra forma. No por la forma de un niño hace berrinches y se queja con sus padres".

Me reí.

Leo me llevó en el coche hasta el hospital. Le ordené a los guardaespaldas que estaban detrás: "¡Atrapen a Emmi!".

Mis hombres se lanzaron.

Emmi nunca esperó que yo fuera tan insolente. Mis hombres la retuvieron y ella rugió: “¡Suéltame! ¡De lo contrario, lo pagarás!".

La ignoré y le hablé a Martti: "Espérame".

Martti dudó en hablar, pero asintió brevemente.

Leo me llevó a emergencias. El médico dijo que casi tuve un aborto espontáneo, pero afortunadamente, el niño se salvó. Sin embargo, necesitaba ser hospitalizada. Pensé que, ya que Zachary estaba en este hospital, acepté que me hospitalizaran.

Me acosté en la cama y descansé un rato. Entonces, le pedí a Leo que me ayudara a levantarme. En el pasillo, Emmi seguía estando inmovilizada.

Mientras tanto, Martti se sentó en el banco del pasillo.

Me acerqué y pregunté preocupada: "¿Dónde está Zachary?".

"Él se despertó antes de que llegaras", respondió Martti.

Tuve un presagio desagradable. Le pregunté con ansias: "Entonces, ¿a dónde se fue?".