El Amor Eterno romance Capítulo 356

"Él se fue antes de que llegaras aquí".

Con todas mis heridas, tomé un gran riesgo y vine aquí para verlo, pero aun así no pude encontrarme con él.

Mi corazón dolía de tristeza. Mi cuerpo temblaba tanto que podría haberme derrumbado en el hospital en cualquier momento.

Leo notó mi extrañeza. Detrás de mí, su mano apoyó mi hombro.

No me derrumbé, pero mi corazón se ahogó en el dolor extremo.

Entonces, sonó el timbre del hospital.

Eran las doce exactamente.

El año nuevo había terminado.

Vine a Finlandia dos veces, pero nunca me pude encontrar con la persona que más anhelaba.

Le pregunté a Martti: "¿Me odia tanto?".

Martti se rio y preguntó: “¿Y qué? ¿Quieres que te trate con tanto agradecimiento hasta que le salgan las lágrimas?”.

Me quedé sin palabras. Todas mis palabras se quedaron atoradas en mi garganta.

"¡Caroline, eres una plaga!".

Miré a Emmi con frialdad: "¡Cállate!".

"Pff, ¿por qué?". Emmi se burló.

Ella continuó ridiculizándome: "¿No le arrebataste la familia Schick de las manos de Zachary? ¡Qué desvergonzada!”.

Di unos pasos al frente y le di a Emmi una gran bofetada en la cara, justo en frente de Martti. Su rostro se hizo hacia un lado e instantáneamente me miró con incredulidad. Ella gritó: "¡Ni siquiera Zachary me golpeaba la cara! ¿Quién te crees que eres? ¡Caroline, me aseguraré de que vivas un infierno la próxima vez!”.

Le di otra bofetada. ¡Emmi me miró con resentimiento!

Martti se acercó inmediatamente a detenerme cuando vio eso. Mis ojos estaban llorosos.

Le advertí: “¡La primera bofetada es por enterrarme en la nieve! ¡La segunda bofetada es porque casi le quitas la vida a mi hijo!".

“Emmi, nunca fui una persona amable. Permíteme decirlo claramente, si algo le sucede a mi bebé, ¡me aseguraré de que toda la familia Hull pague el precio! ¡Y usaré a la familia Schick de Zachary para que tu familia pague con su vida! ¡¿Qué puedes hacer contra mí?!".

Emmi ignoró a mi advertencia.

Ella murmuró una pregunta: "¿De quién es el hijo?".

"De Zachary", respondí en voz alta.

El rostro de Emmi inmediatamente se transformó cuando escuchó mi respuesta, con los ojos enrojecidos.

Tomé un respiro profundo. "Lo siento, no pude contenerme", le dije a Martti.

De hecho, mis acciones fueron demasiado. Le di una bofetada a su hermana justo en frente de él.

Él me dijo que no me culpaba, ¡pero se negaba a verme!

Cierro los ojos. Me dolía el cuerpo y el dolor empeoraba.

No pude dormir en toda la noche. El segundo día, salí apresurada y regresé rápidamente a Ciudad Tong.

Justo cuando quise regresar a mi condominio, Leo me detuvo.

Él informó: "Jefa, hemos capturado a todos los asaltantes de ayer".

Leo preguntó cómo yo quería que se encargaran de ellos, pero si simplemente los dejaba ir, parecería que soy un blanco fácil para los matones.

Fruncí el ceño. "Deja que Emmi pague el rescate", le sugerí.

Leo bajó la mirada y preguntó: "¿Cuánto se debe pagar por el rescate?".

"¿Cuántos hombres fueron capturados?". Le pregunté a Leo.

"Quince de ellos".

Dije codiciosamente: "¡Diez millones por persona!".

Esta gente rica tiene mucho dinero de todos modos. ¡Ciento cincuenta millones todavía estaban dentro del alcance de Emmi!

"Muy bien, le informaré al asistente Tucker sobre esto".