El Amor Eterno romance Capítulo 397

El asistente Yair solo se había puesto en contacto conmigo por el bien de Zachary.

Cuando mis pensamientos ahondaron en eso, ¡me decaí!

Pasé junto a él y subí al helicóptero. Dentro, vi a Charles y a Summer. Summer estaba pálida y débil mientras yacía en los brazos de Charles.

Charles vestía una chaqueta negra de cuero. Zachary me siguió y se subió al helicóptero. Charles miró fríamente a Zachary y se quejó: “Mi mujer fue herida hasta este extremo. ¿Cómo es que tu mujer sigue sana y salva?".

Supuse que Charles estaba enojado porque Summer fue lastimada, así que le expliqué rápidamente: “Ellos noquearon a Summer primero. Cuando vi que iban por mí, ¡rápidamente fingí desmayarme y me caí!".

Charles frunció el ceño. "¿Esos idiotas se lo creyeron?".

Zachary se sentó frente a Charles y yo me senté junto a Zachary. Le dije a Charles lo que pensaba de la situación.

"Creo que ellos sabían que fingí desmayarme, pero parecían no querer más problemas, ¡así que no les importó si realmente me había desmayado o no!".

"Tienes más suerte que ella", suspiró Charles.

Asentí con la cabeza. Luego, abracé el brazo de Zachary y apoyé mi cabeza en su hombro, y lo observé en silencio. Él simplemente bajó la mirada hacia mí y ambos nos miramos en silencio durante mucho tiempo.

Summer descansó un buen rato antes de que pudiera hablar. Ella me preguntó con cariño: “Carol, ¿estás bien? Todavía siento muchas náuseas y no tengo energías para hablar".

"Estoy bien, excepto que me duelen los pies y están lacerados".

Ella preguntó gentilmente con su voz débil: "¿Por qué?".

“¡Me fui de la villa y caminé hasta la ciudad! Nevó por todas partes durante mi viaje, y mi atuendo era muy pesado, ¡hacía tanto frío y fue tan agotador!".

"Cierto, el vestido dorado que estás usando es hermoso. Sin embargo, la corona de flores blancas en tu cabeza no se ve muy bien".

Caí varias veces en la tierra nevada, por lo que la corona de flores estaba arruinada. A pesar de eso, Jean recogía la corona para mí cada vez y me la volvía a poner. Incluso si la tiraba un par de veces, ¡él la recogía de nuevo!

Él era tan terco que no podía lidiar con él.

Incluso le pregunté: "¿Por qué debemos conservar eso?".

"El color blanco es alegre", explicó él.

Espera, ¡¿color blanco?!, ¡¿alegre?!