El Amor Eterno romance Capítulo 564

Él le agradeció a la dama y se llevó a la chica a su condominio. Luego, él la colocó suavemente en la cama y le quitó los zapatos, luego le secó las mejillas con una toalla tibia.

La chica era muy joven.

Ella era aún más joven cuando él la conoció por primera vez.

En ese entonces, ella solo tenía 17 años.

Lance tocó ligeramente sus espesas pestañas. Estaban rizadas. Él quería acariciar sus mejillas, pero su miedo lo superó. Él tenía miedo de asustarla, y por eso no se atrevía a hacerle nada que cruzara la línea. ¡Durante los dos años que se conocieron, no habían tenido ningún contacto íntimo!

Solo fue una vez, pero fue solo un beso.

Sin embargo, él ya no podía recordar cómo se sentía claramente.

Le resultaba muy difícil recordar los detalles cuando su conciencia estaba borrosa.

Lance respiró hondo y tomó una camisa de camuflaje, luego fue a la habitación de al lado para cambiarse el esmoquin. Él instantáneamente se transformó en alguien suave y gentil. La pizca de frialdad entre sus cejas desapareció en la nada debido a la existencia de esa chica.

Él realmente la amaba.

La amaba excepcionalmente.

De lo contrario, él no la habría perseguido durante dos años.

Sin embargo, ¿cómo él podría entrar en su corazón?

¿Cómo podía ser un verdadero marido para ella?

Lance suspiró profundamente y regresó al dormitorio solo para ver que la chica se había volteado. Por otra parte, su teléfono cayó en la cama. Al principio, él se acercó para dejarlo a un lado. Sin embargo, vio un mensaje de la señora de la familia Thompson: [Yara, nunca pienses que nuestra familia te dejará salirte con la tuya solo porque te tenemos miedo. Ya tuve suficiente de ti. ¿Qué es lo que quieres? ¿Me estás tratando como a tu hermana mayor?].

Él frunció el ceño. Aparte de ser un poco desalmada, ¿esta chica era tan aterradora?

Justo cuando colgó el teléfono, la chica se despertó.

Yara lo miró aturdida. "¿Qué estoy haciendo aquí?".

Ya hacía dos días que ella se había quedado en la casa de él. Sin embargo, al día siguiente estaba preocupada por la pregunta de si debía cumplir con sus deberes de esposa y ¡terminó no volviendo a casa!

Ella nunca pensó que él sería la primera persona que ella vería en el momento en que recobrara la conciencia.

Lance dijo con calma: "Yo fui quien te trajo a nuestro hogar”.

Él llamó hogar a ese lugar.

Ella llamó a Lance en voz baja, tratando de darle una respuesta, pero se quedó sin palabras.

De repente, Yara se sintió perdida.

Su hermoso rostro se acercó lentamente y sus fríos y delgados labios aterrizaron en el borde de los de ella.

Ella gritó: "Lance".

“Yara, confía en mí. ¿Estás dispuesta a darme tu vida? Mantendré mi responsabilidad contigo durante toda mi vida y seré tu marido perfecto".

"Lance, no necesito un marido perfecto".

Lo que ella necesitaba era un hombre que la amara, no un hombre perfecto como un ser divino.

"Seguro. Te daré todo lo que quieras".

‘Te daré todo lo que quieras’...

La confesión más bella del mundo.