El Amor Eterno romance Capítulo 584

“Mhm. Cumpliré tus deseos”.

Zachary dijo, ‘cumpliré tus deseos’.

Sus palabras me recordaron ese momento en que quería besarlo, momento en el que aún no teníamos intimidad. En ese momento, fueron cuatro meses después del ‘fallecimiento’ de Dixon. En ese momento, no me había dado cuenta de que me había enamorado de él, y él solo me trataba como a su familia.

A pesar de eso, secretamente quería besarlo. Antes de que pudiera, de repente abrió los ojos.

Sus ojos eran claros como el agua, y peculiarmente fríos bajo la luz de la luna, como si sus ojos fueran diez mil picos montañosos fríos, helando a todos los que se le acercaban.

“Bel me quiere besar”, dijo él.

Entonces él preguntó: “¿Sabes qué significa esto?”.

Sabía lo que significaba.

Entonces, nos enamoramos.

Caí en trance, recordando nuestro pasado.

Zachary acarició suavemente mi mejilla repetidamente. En voz baja me despertó de mi trance. “Bel, ¿en qué estás pensando?”.

“Cuando te besé por primera vez”, dije honestamente.

Él levantó las cejas.

“¿Hm?”.

“En la villa de Espoo” añadí.

Él me corrigió: “Eso no es correcto”.

Pregunté: “¿Qué no es correcto?”.

“Nuestro primer beso fue en el río”, él aclaró mis dudas.

Zachary se refería a la primera vez que nos conocimos, cuando lo perseguían por su vida. Fue un beso en la dolorosamente fría agua del río. Mi mente se volvió borrosa en ese momento, así que no lo recordaba. Ese beso nunca debería haber contado como uno.

Lo negué: “No puedes contar eso. No tengo memoria de ello”.

Al escuchar eso, Zachary curvó los labios: “Tan obstinada”.

Dije de forma mandona: “Digo que no cuenta, así que no es uno”.

“Pero Bel, yo lo recuerdo”, dijo Zachary con un tono amoroso.

Su voz era tan gentil, casi me derrito.

“¿Cuáles son las tres solicitudes?”, preguntó Zachary con paciencia.

“Únete a mí para una película, invita a mi mejor amiga a una comida”, le revelé.

Nunca había visto una película con mi amado.

Tampoco nunca se lo había presentado correctamente a mis amigas.

Él urgió: “¿Cuál es la última solicitud?”.

“Sígueme de regreso a la Villa Shaw y come con mis padres”.

Mi madre ya estaba triste porque Zachary rara vez visitaba a nuestros hijos. No solo eso, no deseaba que mi mamá tuviera prejuicios contra él.

Mis tres solicitudes fueron muy ordinarias.

“Muy bien, como desees”, él estuvo de acuerdo con mis solicitudes.

Me volví hacia él y le besé la barbilla con cariño.

La mirada del hombre se profundizó.

De repente dijo: “Todavía tenemos algunas deudas entre nosotros”.