El Amor Eterno romance Capítulo 620

Emmi tenía una expresión inocente. Los hombres me capturaron y me sujetaron con fuerza. No tenía forma de deshacerme de ellos.

Al mismo tiempo, aparecieron muchos hombres vestidos de negro y rodearon la villa en un instante. Al principio, pensé que eran sus cómplices, pero noté que los hombres que se aferraban al botiquín entraron en pánico. Nunca esperaron que tantos otros hombres custodiaran la villa.

Luego, ellos apuntaron un arma a mi cabeza.

"¡Dispérsense! ¡Vámonos!".

Emmi se acercó con una mueca de desprecio. Ella los ridiculizó: “Idiotas. ¿No saben dónde estamos? Esta es la base más grande de Zachary. ¿Él no tendría ningún plan de respaldo? No estoy segura de a quién sirven ustedes, pero supongo que no son tan importantes. De lo contrario, ¿por qué harían ustedes una maniobra tan estúpida?".

Podía sentir a los hombres detrás de mí entrar en pánico de verdad. Dije con voz tranquila y traté de convencerlos: "Si me liberan los dejaré ir. No se preocupen. ¡No estoy interesada en ustedes ni en la vida de tus compañeros!".

Casi convencí a esos hombres. Ellos sabían que ya no podían escapar, así que se arriesgaron y me dejaron en libertad. Corrí a grandes zancadas hacia los hombres de negro.

Entonces, escuché a Emmi decirles: "¡Desháganse de ellos!".

Desháganse de ellos... ¡Eso significaba matarlos!

Rápidamente la detuve. "Déjenlos ir".

Emmi me miró con cara de asombro.

“¿Eres tan idiota como ellos? ¿Ellos vinieron aquí para matarte y quieres dejarlos ir?”.

Emmi siempre había sido valiente.

La miré y refuté: "No tan tonta como tú".

“Dije que los dejaría ir, así que lo haré. Vete. Si lo vuelves a hacer, fácilmente te dejaría ir. Por cierto, ¿dónde están los médicos?”.

Ellos debieron haber secuestrado a los médicos que envió Martti y luego asumieron sus identidades.

Efectivamente, ellos señalaron hacia un coche negro detrás de ellos antes de escapar rápidamente. Hice que los hombres de negro salvaran a los médicos.

Los pocos hombres de negro se acercaron a liberar a los médicos. Emmi, quien vestía un traje negro de motociclista, se burló de mí.