El Amor Eterno romance Capítulo 635

Traté lo mejor que pude para controlar mi temperamento.

No sabía quién, pero alguien sentado gritó: “¡La vida de Dixon está considerada terminada! ¡Su matrimonio con una bruja desafortunada arruinó su gloriosa vida!”.

Bruja desafortunada…

Cerré los ojos y contuve mi ira. De repente, Dixon levantó la cabeza y lo regañó suavemente, “Carol no es una bruja”.

Él se había olvidado de todo, excepto de Carol. ¡No protegería nada más que a su Carol!

Las lágrimas hicieron que mi visión se volviera borrosa. Subconscientemente miré hacia el frío y callado Zachary. La persona que hizo esa declaración vio que mi expresión se volvía más sombría, por lo que no se atrevió a decir nada más.

En cambio, Mona le hizo a Dixon una pregunta deliberada: “¿Eres un retardado?”.

Ella se atrevió a decirle eso a alguien que tenía una lesión cerebral.

Furiosa, le advertí en voz baja: “¡Cállate!”.

“¿Por qué? ¿Por qué estás enojada por eso?”.

En ese mismo momento, el viejo amo Hull avivó deliberadamente las llamas y ridiculizó: “¿No es Dixon un retardado? Caroline, no te invité. Deje a la familia Hull de inmediato. Todavía tenemos otro espectáculo por realizar más tarde. ¡El espectáculo se llama ‘El Retardado’!”.

¡El viejo amo Hull se comportó descaradamente de manera perversa frente a Zachary! ¿Asumió que no me atrevería a actuar en su contra?

Agarré la copa de vino frente a mí y se la arrojé. Sin embargo, Zachary bloqueó mi ataque al viejo amo Hull. ¡En ese instante, mi corazón se estremeció con una rabia abrumadora!

Dixon se levantó rápidamente y trató de calmarme: “No te enojes con ellos. Carol no es una bruja. ¡Carol es solo mi esposa!”.

Inmediatamente, mi rostro se llenó de lágrimas mientras mi ira se condensaba. Miré a Zachary fríamente. Solo le pregunté en voz baja amenazante: “¿Estás seguro que quieres protegerlo?”.

¡Zachary me respondió con su frialdad y silencio!

¡Me calenté y cogí otra copa de vino de la mesa y se la arrojé al viejo amo Hull de nuevo! Sin embargo, ¡el hombre lo atrapó fácilmente y la tiró al suelo!

‘¡Crin!’.

En ese instante, el vidrio se rompió y los fragmentos se esparcieron por el suelo.

“Caroline, ¿cómo te atreves?”, dijo Mona de repente de manera fría.

Yara reprendió: “Tú ¡Cállate!”.

¡Mona se cayó de inmediato!

A medida que la tensión en el aire crecía, Joshua me contuvo rápidamente sujetándome por la cintura: “Bel, no te enojes. ¡Saldremos de aquí primero!”.

Mis lágrimas aún rodaban por mi mejilla. Miré a Zachary y grité: “¡Vete!”.

El cuerpo de Zachary se mantuvo firme frente al viejo amo Hull de manera protectora.