El Amor Eterno romance Capítulo 678

Wallace salió del castillo, pero el funeral de su madre aún requería que alguien estuviera allí. Zachary regresó al pasillo después de estar conmigo durante dos minutos.

Me paré en la entrada del castillo y no pude evitar recordar lo triste que se veía Wallace cuando se fue. Coloqué el paraguas sobre mi cabeza y salí por la dirección en la que él se había ido y lo busqué. Sin embargo, no había señales de Wallace en el largo camino.

Estaba un poco preocupada, así que miré a mi alrededor. Finalmente lo encontré en una calle cercana. Se sentó en el banco y las hojas de sicomoro del invierno de Francia caían a su alrededor. Se veía tan solo bajo la lluvia.

Wallace estaba solo, extremadamente solo.

Ese fue el sentimiento que me dio.

Wallace se inclinó y su cabeza quedó enterrada bajo sus brazos, permitiendo que la lluvia lo atravesara. Me acerqué y extendí la mitad del paraguas sobre su cabeza.

Mi hombro estaba mojado por la lluvia. Wallace miró lentamente hacia arriba cuando descubrió que algo andaba mal. Me interrogó con expresión tranquila y ojos rojos cuando vio que era yo: “Carol, ¿por qué me seguiste hasta aquí?”.

Sentí lástima por él pero entendí que no necesitaba mi lástima.

Al igual que lo que dijo el niño de antes.

‘No sientas lástima por mí…’.

Wallace no necesitaba la lástima de nadie.

Lo pensé y dije: “Estás en la lluvia”.

Wallace suspiró y no dijo nada.

Me senté a su lado y cambié de tema: “Ralph y Bella van a cumplir un año en tres meses. Ambos crecen muy rápido. ¿Ralph se había dirigido a nuestra madre como abuela previamente?”.

Estaba tratando de distraerlo.

Aparte de eso, usé a mis dos hijos para calentarlo.

Wallace pensó y me dijo: “Sí, mamá le enseñó a decir la palabra abuela. Ralph es muy inteligente y pronto aprendió a usar la palabra. Nuestra madre se puso feliz cuando lo escuchó y su condición incluso mejoró. Nunca la había visto tan feliz. Entonces, le pedí que mantuviera a Ralph aquí un par de días más. Sin embargo, ella tenía miedo de que extrañaras al niño, así que me pidió que enviara a Ralph de regreso a Ciudad Wu. ¡Al final escuché las malas noticias cuando llegué a Ciudad Wu!”.

Wallace se atragantó mientras hablaba. Dudé un rato antes de levantar la mano y sujetar su hombro. Dejé que se apoyara la cabeza en mi hombro. ¡Incluso le permití abrazarme con ambos brazos!

“Carol, ¡solo me quedas tú!” ¡¡Wallace seguía enfatizando eso!!

“Sí, los niños y yo no te dejaremos”. Este abrazo bajo la lluvia fue el mayor consuelo que pude ofrecer a Wallace. También fue el mayor consuelo de su vida.

Regresamos al castillo después de una hora y estaba empapada. Regresé a mi habitación y me puse otro conjunto de ropa negra de luto.