El Amor Eterno romance Capítulo 722

Yara y yo salimos del coche. Mientras tanto, Leo y algunos de los guardaespaldas nos seguían. El resto esperaba junto a la entrada del bar.

Mientras entraba al bar, le recordé: "Yara, primero golpeemos al primo de Emmi. El verdadero problema llega mañana".

Creí que la familia Hull no ignoraría el incidente una vez que lo agrediéramos. Más tarde, nos atraparían. Era una coincidencia que Emmi estuviera en Ciudad Wu. ¡Tomando en cuenta su personalidad, ella haría un escándalo!

Aunque simplemente podríamos dirigirnos a la familia Hull para buscar una explicación, ¡alguien tenía que pagar por sus fechorías! ¡En el caso de Dixon, debía buscar venganza en su nombre y dejar que su agresor sufriera la misma humillación!

Yara dijo despreocupada y sin miedo: "¿De qué hay que temer? Tienes el apoyo de la familia Schick y de Zachary, y yo tengo a la familia Thompson y... ¡Ja, ja, soy el personal técnico clave de Zachary! Él no puede simplemente verme meterme en problemas, ¿verdad?".

"No te preocupes por eso. Nosotras dos podríamos hacer lo que queramos sin miedo". Sonreí con suficiencia. "¡Aunque no solemos buscar problemas, no tenemos que contenernos si los problemas nos encuentran primero!".

“Caroline, recuerda. Eres la mujer más poderosa del mundo. ¡Incluso si eres malvada, nadie se atreverá a decir nada sobre ti!".

Caminé mientras sonreía. "Lo sé".

Eso ya lo sabía desde hacía mucho tiempo. Aun así, desde que me hice cargo de la Corporación Shaw a los catorce años, y hasta el año en que me casé con Dixon, nunca abusé de mi poder para dañar a otros. No solo eso, era una persona indulgente.

¡Siempre que tomaba una decisión, consideraba todas las consecuencias!

Nunca tuve la necesidad de llegar a esos extremos. Yara tenía razón: el poder que tenía era más que suficiente para apoyarme. Podría hacer lo que quisiera y nadie podría detenerme.

Yara se detuvo de repente. "Creo que acabo de ver a Emmi".

Me detuve rápidamente a su lado también. ¡Yara tenía razón! Encontré a Emmi en la parte más interna del bar. ¡Tuvimos la desgracia de encontrarnos siempre con ella por coincidencia, sin importar el lugar al que fuéramos!

Me volteé a un lado y miré a Leo detrás de mí. "¿Puedes alejarla?".