El Amor Eterno romance Capítulo 780

Zachary nunca me había gritado con tanta fiereza. ¡Él tenía una expresión facial hostil como si hubiera dicho algo malo!

Traté de hablar, ¡pero no me atreví a decir nada!

De repente me puse nerviosa. Quería que él me soltara y no quería que se lastimara.

Él de repente me preguntó: “Bel, ¿tienes miedo?”.

Zachary estaba terriblemente pálido. La sangre que llenaba su boca goteaba sobre mi cara. Me sentí mal por él. ¡Todo mi cuerpo estaba temblando!

Negué con la cabeza y dije: “No”.

“Entonces, ¿confías en mí?”.

Quería preguntarle qué estaba a punto de hacer, pero sabía que era innecesario, así que respondí: “Siempre confió en el segundo hermano”.

“Si es así…”.

Pregunté nerviosa: “¿Qué?”.

Zachary volteó la cabeza y le ordenó a sus hombres: “Capturen al viejo amo Hull después de que caiga. Manténgalo en el cuartel general y esperen por mí”.

“Zachary, ¿qué estás haciendo?”.

¡Emmi sonaba aterrorizada!

Zachary saltó del acantilado antes de que yo tuviera la oportunidad de reaccionar. Él me abrazó con fuerza mientras caíamos a las profundidades.

No tenía miedo en absoluto.

Sin embargo, estaba preocupada por los niños.

Esperaba que…

¡Esperaba que Zachary pudiera sobrevivir esto!

Tenía fe en él. Sabía que él hizo esto por una razón. ¡Debió haber pensado que había muchas probabilidades de supervivencia si él saltara!

Me aferré a su cintura con fuerza y le pregunté: “¿Vamos a estar bien?”.

“Sí, arriesgando nuestras vidas”, respondió él.

Casualmente dije: “Arriesgando nuestras vidas… espero que podamos sobrevivir”.

“Tonta, yo, por supuesto, le doy prioridad a tu seguridad”.

Zachary no me respondió. Estaba preocupada por su herida y no sabía qué decir. ¡Yo era un desastre!

Sin embargo, ¡no podía entrar en pánico!

¡Tenía que mantener la calma!

“Dixon Gregg”.

“¡¿Qué?!”.

Zachary habló de nuevo, ¡pero no lo escuché con claridad!

Zachary resultó herido cerca del corazón. Sabía que era un lugar peligroso, así que hice todo lo posible para detener el sangrado y esperar a que llegara ayuda

“Aguanta, segundo hermano. ¡Estarás bien! ¡No te mueras! ¡Estaremos bien!”.

“Bel…”.

“Estoy aquí, segundo hermano, ¡estoy aquí!”.

¡Estaba llorosa porque era miserable por él!