El Amor Eterno romance Capítulo 830

“Tch. ¡Ni siquiera sabes lo cruel que era él!”.

Estuve de acuerdo: “Es cierto, no lo sé”.

Lo pensé antes de levantarme y salir de la sala. Wallace me llamó por detrás: “¿A dónde vas?”.

“Estoy ocupada. Ayúdame a cuidar de Zachary”, solicité.

“Yo también soy un paciente. ¿Cómo voy a cuidarlo?”.

Lo ignoré y salí de la sala de inmediato. Luego tomé mi teléfono y llamé a Tucker.

Pregunté: “¿Te pusiste en contacto con Zachary en privado?”.

Me negué a creer que Tucker se puso en contacto con Zachary el día anterior porque no pudo encontrar ninguna información sobre Lucas. Deben de haberse mantenido en contacto entre sí incluso en los días habituales.

Tucker nunca esperó que lo llamara solo para preguntarle eso de una manera tan directa. Vaciló por unos segundos y admitió: “Lo siento, jefa”.

“Tucker, pensé en tenerte como la persona a cargo de la familia Schick y darte el mismo nivel de autoridad que Wale. Sin embargo, tú no sabes quién es tu jefe”.

Tucker no se atrevió a decir nada mientras lo reprendía. Después de darle mi advertencia, hablé en un tono más tranquilo: “No te culpo o algo. Independientemente de lo que Zachary necesite que hagas o de lo que te indique, la familia Schick hará todo lo posible por ayudar. Sin embargo, no le exponga mis instrucciones. Tengo una misión para ti en esta ocasión”.

Necesitaba tener muchos recursos para proteger a Zachary. Zachary nunca debía saberlo. De lo contrario, podría malinterpretar que planeaba espiar sus acciones.

Tucker dijo en un tono respetuoso: “Jefa, por favor, dígame”.

“Envía a los mejores guardaespaldas de la familia Schick para proteger a Zachary y a los niños. También, sobre Nébula… Ayúdame a vigilarlo en secreto”.

Tucker solía trabajar bajo a Zachary, por lo que debía saber sobre Nébula.

Summer tenía a Blueson con ella, así que no tuve que preocuparme.

“Entendido. Jefa, ¿usted conoce a Nébula?”.

“No preguntes demasiado. Ayúdame a proteger a Zachary”.

Nunca permitiría que Lucas arruinara a mi hombre. Es más, tenía que volver a verlo. Ese sueño que tuve…

El sueño sobre el perro que tuve cuando era más joven.

“Sí, jefa.”

La madre que Wallace mencionó era mi madre.

Su madre biológica en la familia Jean era una persona malvada. Al menos, esa era mi impresión de ella. Aun así, Wallace todavía se refería a ella como su madre, ¡aunque la odiaba desde el fondo de su corazón!

Él anhelaba la calidez de su madre, ¡pero nunca la obtuvo!

La familia Jean lo obligó agresivamente a renunciar a sus acciones una y otra vez.

“No tienes que echarte atrás. No solo es eso, tú…”.

Quería decirle que ya no necesitaba tratarlos con respeto. Sin embargo, yo no era Wallace. Después de todo, no podía decidir por él.

¿Qué pasaría si él estuviera dispuesto a hacerlo?

Detuve mis pensamientos. Al mismo tiempo, alguien me llamó por mí nombre: “Bel”.

Me sorprendí y grité con alegría: “Segundo hermano, ¿te despertaste?”.

“Mjm. ¿Qué sucedió?”.